La educación es universal y obligatoria hasta sexto curso, y gratuita hasta los 15 años aunque el gasto de transporte y material escolar impide el acceso a la educación a niños y niñas de familias con menos recursos.
En 2005, la matriculación en enseñanza primaria fue del 97%. La matriculación femenina es del 96% de niñas y el 97% de los niños.
En 2005, las tasas de escolarización en las enseñanzas secundaria fue del 32%.
La discriminación de personas con discapacidad física o intelectual es ilegal. Las organizaciones locales han criticado al gobierno por no poner en marcha programas para personas discapacitadas.
El acceso mejorado a fuentes de agua potable en 2004 en Santo Tomé y Príncipe es para el 79% de la población, y el acceso a servicios sanitarios es para el 25% de la población.

La economía de Santo Tomé y Príncipe se basa en las plantaciones de cocos, copra, plátanos y aceite de palma destinadas a la exportación. Las plantaciones se nacionalizaron después de la independencia de 1975, lo que provocó una drástica caída de la producción de café y cacao, entonces los cultivos más importantes. La privatización de la mayoría de las plantaciones tuvo lugar en la segunda mitad de la década de 1980, como parte de un programa de rehabilitación del sector.
Los cultivos de consumo son la mandioca, la batata y el ñame, pero, puesto que su agricultura se orienta fundamentalmente al cultivo de exportación, casi el 90% de la producción de alimentos está destinada al comercio exterior.
Además de la agricultura, la principal actividad económica es la pesca y pequeñas industrias del sector alimenticio.
Actualmente se está intentando potenciar el turismo aunque por ahora la existencia de estas islas es prácticamente desconocida para la mayoría de las agencias de viajes no portuguesas. Los paisajes de las islas tienen un potencial atractivo turístico, y el gobierno está tratando de mejorar la infraestructura del lugar.
La edad mínima para trabajar es de 18 años. La ley se respeta en el sector formal, pero el trabajo infantil es un problema en la agricultura de subsistencia, en las plantaciones y en el sector informal, donde los niños comienzan a trabajar desde pequeños.
Los trabajadores tienen derecho a asociarse y a la huelga. El trabajo forzado es ilegal.