Monterrey, México.- Desmond Tutu, arzobispo ícono de la lucha anti- apartheid, prefiere irse al infierno antes de ir a un cielo homofóbico. Así lo dijo en la inauguración de la campaña por los derechos de los homosexuales promovida por la ONU en la que él participa.
“Yo no seguiría a un dios que fuera homofóbico y eso demuestra qué tan profundamente me consterna este tema” dijo el Nobel de la Paz. El sudafricano también aseguró que la lucha contra la homofobia es equivalente a la lucha en contra del racismo: “estoy tan apasionado con esta campaña como lo estuve con el apartheid” agregó.
Si bien en el país de Tutu es legal el matrimonio homosexual, a la par ocurren graves casos de violencia homofóbica, recalca la activista de la ONU Navi Pillay. Un ejemplo de ello es la lesbiana que fue encontrada muerta el pasado mes. En su cuerpo había evidencias de que fue violada con un cepillo de dientes.
Las homosexuales africanas, Pillay explica, también corren peligro de ser víctimas de las conocidas como “violaciones correctivas”.
La campaña respaldada por la ONU busca trabajar con gobiernos para realizar reformas legales y dar educación contra la homofobia a la población y lleva como título “Free and equal” (libres e iguales). “Hay mucho trabajo por hacer”, dice Pillay, pues en 38 de los 54 países africanos los actos homosexuales consensuales son ilegales.
“Constantemente los gobiernos me dicen ‘pero esta es nuestra cultura, nuestra tradición y no podemos cambiarla’ “, cuenta Pillay, argumentando que, en realidad, “la gente está pagando su amor literalmente con su vida”.
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Fuente :sexenio (26 de julio de 2013)