El principal grupo rebelde en Nigeria, el Movimiento para la Emancipación del Delta del Níger, ha ordenado un bloqueo a las principales vías de transporte por agua para los buques de petróleo en el delta del Níger con el fin de poner fin a
las exportaciones de petróleo en la rica región petrolera. El anuncio del bloqueo llegó pocos días después de que helicópteros militares asaltasen los campamentos del MEND, provocando que los rebeldes declarasen la guerra a los militares.
Según una declaración emitida por el MEND, el grupo ha ordenado el bloqueo de las principales vías navegables de canales para los buques de la industria petrolera, tanto para la exportación de crudo y gas como la importación de productos de petróleo refinado.
"Esto significa que los buques que hacen uso actualmente de este tipo de rutas corren un alto riesgo" dijo el MEND a través de una declaración enviada por correo electrónico.
Sin embargo, las fuerzas militares de Nigeria en el Delta han descartado las amenazas del MEND, recordando que están presentes en la zona para proteger a las principales empresas petroleras en la región.
Grupos locales de defensa de los derechos humanos han denunciado por su parte que miles de aldeanos se encuentran atrapados en los manglares y arroyos del Delta del Níger a medida que las fuerzas de seguridad nigerianas continúan su ofensiva contra los rebeldes en la región. El principal grupo rebelde ha acusado a las fuerzas gubernamentales de genocidio, si bien los militares niegan las acusaciones.
El Movimiento para la Emancipación del Delta del Níger había emitido la semana pasada un llamamiento en el que se daba un plazo a las compañías petroleras para abandonar el Delta del Níger.
El MEND, que afirma estar luchando por un mejor reparto de la riqueza petrolera de Nigeria para la población local, dijo la semana pasada que un grupo aliado atacó y capturó a la tripulación de dos buques filipinos. También dijo que había saboteado dos oleoductos recientemente reparados y se comprometió a destruir otros.
La rebelión y la violencia en el delta de Nigeria ha reducido la producción de petróleo en alrededor de una quinta parte desde principios de 2006.