Etiopía presenta «pruebas» contra las acusaciones de crímenes de guerra

El Gobierno de Etiopía ha presentado un informe de 47 páginas con "pruebas" de que las acusaciones de crímenes de guerra y tortura en la región de Ogaden eran falsas. Las aldeas supuestamente quemadas en Ogaden por el ejército de Etiopía resultaron ilesas y siguen existiendo.

En junio de este año, l grupo Human Rights Watch (HRW), con sede en Nueva York, presentó un informe sobre "crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad en Ogaden", refiriéndose a las entrevistas con "más de 100 víctimas y testigos" de estos abusos, la mayoría de los cuales sin embargo viven fuera de Etiopía.

Entre junio y septiembre de 2007, los testigos han descrito cómo "las tropas etíopes desplazaron por la fuerza a todas las comunidades rurales y destruyeron decenas de aldeas rurales, ejecutado al menos a 150 civiles" y cometiendo violaciones y torturas a civiles, con el supuesto apoyo de los rebeldes del Frente de Liberación Nacional de Ogaden (ONLF). El ONLF acaba de matar a más de 70 trabajadores en un ataque contra una instalación petrolera.

El informe de HRW fue remitido a los medios de comunicación de todo el mundo, y las informaciones posteriores sobre Etiopía por el grupo han causado más vergüenza al Gobierno de Addis Abeba.

Ayer, las autoridades presentaron un informe contrario, realizado por "un equipo independiente", que visitó Ogaden. "Las acusaciones de crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad no puede tomarse a la ligera, igualmente, el gobierno, como siempre, sigue decidido a que se adopten de inmediato medidas correctivas al respecto", dijo el gobierno en una declaración emitida ayer.

Según esta investigación, el informe de HRW es erróneo. "Se basa en rumores y fuentes secundarias para hacer extensivas las acusaciones", concluye el gobierno.

De hecho, el equipo de investigación de HRW que había visitado la mayoría de las aldeas denunciaba que habían sido incendiadas por el ejército etíope. En Laanjalelo, al parecer quemadas, los investigadores encontraron la aldea intacta, sin señales de incendio alguno y sin reasentamientos forzosos. El pueblo de Malkaka sigue donde solía estar y los campos de khat, al parecer incendiados, todavía existen. También el pueblo de Labiga, al igual que un reducido número de aldeas en la zona de Warder, dice el informe.

Algunas aldeas incendiadas sin embargo, sí que se encontraron. Se trata de Qamuuda y Lasoole, que, según los informes de los "antiguos residentes", habían sido incendiadas por los rebeldes del ONLF, no el ejército etíope.

El equipo de investigación dice que ha entrevistado a todo tipo de testigos y "las personas, presuntamente torturadas y asesinadas, se encontraban con vida y en buen estado. Aldeanos y ancianos por igual negaron las denuncias de ejecuciones extrajudiciales, violaciones o torturas por parte de las fuerzas de seguridad", señala el informe.

"De hecho, las investigaciones sobre el terreno no encontraron rastro de graves violaciones de derechos humanos y mucho menos de crímenes de guerra o crímenes contra la humanidad", concluye el equipo de Etiopía. "Sin embargo, se encontraron numerosas pruebas de los abusos sistemáticos cometidos por el ONLF", añadió.
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