Mujer
SAMAH AGALDI: Una mujer inspiradora de Sudan es la ganadora de la primera temporada de `Mashrouy´, una serie televisiva que le da premio a el emprendedor quien presenta el modelo de negocio más convincente. Samah propuso un plan que soluciona el problema de jacinto de agua, unas plantas que tormenta al rio Nile. Esta planta bloquea transporte, disminuye los suministros pesqueros, y crea bilharziasis, una enfermedad producido por los mosquitos a parásitos que la planta atrae. Su proyecto cosecha al jacinto de agua y lo transforma en productos como bolsos, muebles, cuerdas y más. Durante el emitió del programa, ella extendió motivación a los jóvenes de Sudan, que comúnmente enfrentan la conformidad en el trabajo y viven un una cultura que no apoya a los emprendedores y al riesgo. Ella tuvo un gran impacto a las jóvenes de Sudan, que en la mayoría de casos solo quieren casarse y tener hijos sin tener carera. Se ha quedado en contacto con varias mujeres que le han agradecido por cambiar sus vistas de sus vidas y aspiraciones.
Las mujeres pueden votar y ser electas desde 1964.
Las mujeres en cargos de gobierno a nivel ministerial en 2005 es el 2,6%, y las mujeres que ocupan bancas parlamentarias en 2006 es el 13,6% de bancas.
Según el Informe sobre Desarrollo Humano de 2009 del PNUD, Sudán está situado en el puesto 150 de los 182 de los países analizados por el PNUD.
Según el Informe sobre Desarrollo Humano de 2007/2008 del PNUD, la brecha de ingresos estimados entre mujeres y hombres en la Sudán es de 0.25, situado en el puesto 150 de los 177 países analizados por el PNUD.
La población económicamente activa femenina en 2005 es del 25% de la PEA (Población Económicamente Activa: 48,4%).
La tasa de mortalidad materna es, según datos hasta 2000, de 590 mujeres por 100.000 nacidos vivos.
El 87% de los partos de las mujeres sudanesas es atendido por personal especializado (1997-2005).
El 7% de las mujeres en pareja de 15 a 49 años usan anticonceptivos (1997-2005).
En la Universidad de Jartum las mujeres son mayoría entre el profesorado. Las mujeres no son discriminadas en la búsqueda de un empleo, muchas de ellas ejercen profesiones.
La ley permite a las mujeres poseer bienes y disponer de ellos, así como derecho a heredar.
La edad mínima legal para contraer matrimonio es de 10 años para las niñas y de 15 años para los niños. Tras décadas de conflicto armado, las situación de niñas y adolescentes en el sur es más complicada que en el resto del país. La pobreza y la violencia cotidiana impiden un desarrollo normal en la vida de estas jóvenes, unido al matrimonio adolescente para liberar a la familia de la carga económica o para buscar protección de un hombre ante las violaciones y acoso habituales.
La mutilación genital femenina es generalizada en el norte, pero cada vez es menos común en las familias urbanas y con formación.
El tráfico de mujeres sigue siendo un problema. En Darfur, las mujeres sufren abusos y violaciones. El acoso sexual no está específicamente prohibido. La violencia doméstica es una práctica común. Las mujeres deben vestir de acuerdo con las normas islámicas.