La educación es obligatoria entre los 7 y los 15 años.
En 2004, la matriculación en enseñanza primaria fue del 87%. La matriculación de niñas y niños es similar, el 87%.
En 2000, las tasas de escolarización en las enseñanzas secundaria fue del 58%, y en 2004, la tasa de matriculación en educación superior fue el 16%.
Aunque Sudáfrica cuenta con una política y un plan de acción para educar a los niños discapacitados, en realidad los niños con necesidades especiales acuden a escuelas ordinarias. Los docentes necesitan formación, apoyo y programas escolares adecuados para su desarrollo e integración. Los niños discapacitados de la ciudad tienen más oportunidades de educación que los de las zonas rurales.
El acceso mejorado a fuentes de agua potable en 2004 en Sudáfrica es para el 88% de la población, y el acceso a servicios sanitarios es para el 65% de la población.

Las escasas precipitaciones y el suelo estéril hacen que las zonas adecuadas para el cultivo sean muy limitadas, por lo que la ganadería tiene una gran importancia, en especial ganado ovino, caprino, vacuno, porcino y avícola. El país produce casi todo lo necesario para autoabastecerse. Los blancos generalmente dirigen grandes y modernas granjas, mientras que la mayoría de la población no blanca cuenta con granjas pequeñas y métodos tradicionales poco productivos.
La pesca costera es una de las industrias importantes. La mayor parte de la pesca se procesa para su consumo.
La industria minera ha sido un importante sector de la economía sudafricana desde el siglo XIX, cuando comenzó la producción de oro, diamantes y platino. No se conocen grandes depósitos de petróleo. Es uno de los países con mayores reservas y diversidad de riquezas mineras.
Sudáfrica cuenta también con la industria más poderosa y diversificada de todo el continente africano, desarrollada a partir de la II Guerra Mundial. Desde los sectores de transformación de bienes agropecuarios y minerales, hasta los sectores automovilístico, aeronáutico y energético. Casi toda la energía de Sudáfrica se produce en plantas térmicas. Sólo la mitad de las viviendas del país disponen de electricidad, pero se están llevando a cabo programas de electrificación e instalación de placas solares.
Un factor importante de la economía sudafricana radica en su extraordinaria naturaleza y en sus numerosos parques nacionales, que atraen a gente de todo el mundo.
La edad mínima para trabajar es de 15 años. Se vigila el cumplimiento de las leyes relativas al trabajo infantil en el sector formal, pero el trabajo infantil está generalizado en el sector informal y en la agricultura.
Debido a la incidencia del VIH/SIDA, muchos niños son huérfanos y tienen que mantenerse a si mismos y sus hermanos. Muchos son obligados a prostituirse y a trabajar en condiciones similares a la esclavitud. La violencia contra los niños también es generalizada, incluida la violencia doméstica y los abusos sexuales.
Los trabajadores tienen derecho a asociarse y a formar sindicatos, salvo los empleados de la Agencia Nacional de Inteligencia y del Servicio Secreto. Existe el derecho a huelga, aunque los empleados de los servicios básicos no pueden hacer huelgas.
El trabajo forzado es ilegal pero existe.
Consulta el Informe Anual 2009 sobre las Violaciones de Derechos Sindicales en Sudáfrica editado por la Confederación Sindical Internacional – CSI.
Consulta el Informe Anual 2007 sobre las Violaciones de Derechos Sindicales en Sudáfrica editado por la Confederación Sindical Internacional – CSI.