Jefe de Estado: Presidente Kgalema MOTLANTHE* – Congreso Nacional Africano – ANC
Jefe de Gobierno: Presidente Kgalema MOTLANTHE
Asamblea: República Sudafricana tiene un Parlamento bicameral formado por la Asamblea Nacional con 400 escaños y el Consejo Nacional de Provincias con 90 escaños.
* El presidente es a la vez jefe de Estado y Jefe de Gobierno

El presidente es elegido por la Asamblea Nacional cada 5 años.
En la Asamblea Nacional, los 400 miembros son elegidos por votación popular cada 5 años. En el Consejo Nacional de Provincias los 90 miembros son elegidos en los mismo términos cada 5 años.**
**El Consejo Nacional de Provincias (NCOP) consta de nueve delegaciones provinciales designados por las legislaturas provinciales, y una delegación desde la Asociación Gubernamental Local de Sudáfrica (SALGA). Cada una de las provincias se adjudican 10 escaños en el NCOP.

La elección, en diciembre de 2007, de Jacob Zuma como presidente del Congreso Nacional Africano (African National Congress, ANC), el partido mayoritario, y de sus principales lugartenientes dentro del aparato ejecutivo del partido supuso la derrota de Thabo Mbeki. Así, pues, el camino hacia la presidencia del gobierno ha quedado despejado para Jacob Zuma hasta las elecciones del 2009; el único impedimento con el que podría encontrarse sería que el peso de la justicia cayera sobre él. Acusado de corrupción, parece probable que se beneficie de su inmunidad. Tras un periodo de retiro, el presidente Mbeki ha encontrado un modus vivendi con J. Zuma sobre las grandes cuestiones de política interior y exterior, pero los partidarios de su rival le han puesto una y otra vez en entredicho, han exigido su marcha anticipada y le han reprochado su mala gestión de las crisis, que se han multiplicado: crisis energética, crisis de Zimbabue y ataques xenófobos.

Balance económico y reforma del Estado

El balance global de T. Mbeki era objeto de consenso: grandes logros en materia de alivio de la pobreza, con más de 10 millones de hogares conectados a la red agua potable y 2 millones de viviendas construidas; crecimiento regular por encima del 3% (aproximadamente de un 5% en 2007), es decir, más del doble que en el periodo 1980-1994; reducción en 500.000 del número de hogares con menores ingresos. El PIB por habitante jamás había sido tan elevado (más de 5.400 dólares en 2007). A pesar de estos buenos resultados macroeconómicos, la desigualdad en el reparto de los frutos del crecimiento resultaba flagrante. El descenso del índice de desarrollo humano (IDH) no tuvo fin. La modernización administrativa, basada en el refuerzo de los medios a disposición de la presidencia y en una centralización más estricta de los poderes, únicamente se logró en parte. La demografía de la administración pública fue más representativa de la población, pero el desarrollo de las competencias internas no estuvo acompañado por la promoción a puestos de responsabilidad de funcionarios surgidos de medios históricamente desfavorecidos. La productividad del servicio público se deterioró y la corrupción se generalizó.

Pese al gran empeño de la presidencia sudafricana en su lucha contra la corrupción, a la adopción de una legislación severa (sobre todo con los altos funcionarios) ya la profesionalización de los servicios fiscales, diversos analistas han afirmado que el fenómeno se ha desarrollado y que los escándalos revelados por la prensa (Travelgate, Oilgate, Armsdeal) no eran más que la punta del iceberg. Se han determinado tres factores explicativos: el carácter hegemónico del partido mayoritario, su pusilanimidad para castigar los abusos cometidos por altos cargos en el ejercicio de su función y, a resultas de ello, una pérdida de legitimidad de la dirección del partido para castigar la corrupción en los peldaños más bajos del escalafón.

Resultados económicas

Parece que la caída del rand, iniciada en 2005, se estabilizó, sin que esa circunstancia aminorase el ritmo al que aumentó el déficit de la balanza comercial (unos 6.000 millones de euros a finales de 2006). Entretanto, la tasa de endeudamiento de los hogares no dejó de hacerse más grave (77,4% en el tercer semestre de 2007). En 2007 se hizo pública una nueva estrategia de política industrial, con vistas a dar un nuevo impulso al sector automovilístico, a dinamizar el textil y a reformar el acerero. Sin embargo, este enfoque intervencionista, cimentado en la recuperación de una política industrial ambiciosa, de la inversión en innovación tecnológica y del desarrollo del capital humano, reveló la existencia de divisiones dentro del ANC y de la administración pública y fue criticado por los partidarios de que el papel del Estado se reduzca todo lo posible…

Sudáfrica está dividida en 9 provincias subdivididas en 52 distritos: 6 metropolitanos y 46 municipales.
ETNIAS: africanos de origen bantú (76%): zulú, xhosa, pedi, sotho, tswana, tsonga, swazi, nbelevenda.
La diferencia económica entre blancos y negros es una de las mayores del mundo, y establece otras muchas diferencias en cuanto a vivienda, acceso al agua potable o electricidad, nivel de estudios, etc., situación que se agudiza en las zonas rurales.
RELIGIÓN: cristiana; cultos tradicionales africanos; minoría hindú y musulmana.
La pena de muerte fue abolida en 1997.
La ley garantiza la libertad de expresión y de prensa, libertades que se cumplen en la práctica, y los medios de comunicación independientes expresan una gran diversidad de opiniones. La mayoría de la población usa la radio para informarse.
A pesar de la discriminación hacia los homosexuales, la Asamblea Nacional aprobó en 2006 la ley de unión civil de parejas del mismo sexo.
Se desarrollan programas para formar a los docentes en materia de prevención del VIH/SIDA para su uso en las escuelas. Se han preparado campañas para reducir o erradicar la discriminación hacia las personas afectadas por el VIH/SIDA, pero el estigma social continúa presente. El gobierno no puede hacerse cargo del creciente número de niños seropositivos y de los huérfanos del SIDA. Los activistas contra el VIH/SIDA critican al gobierno por no proporcionar tratamiento de antirretrovirales a las mujeres embarazadas o en lactancia.
El país es un punto de origen, tránsito y destino para las víctimas del tráfico de personas con fines de prostitución o de trabajos forzados. La explotación sexual comercial de los niños es ilegal, y un grupo de trabajo oficial se ocupa ahora de atender el problema del tráfico de personas.
La violencia política estuvo directamente unida al régimen de segregación, que estuvo en el poder hasta abril de 1994. A partir de esta fecha se reconoció de manera oficial que las fuerzas de orden (policía y ejército) habían desempeñado en los últimos años de apartheid un importante papel en la represión violenta del movimiento en favor de la democratización del país.
En la mayoría de las zonas urbanas el fin del apartheid ha contribuido a crear una cultura interracial. En las zonas rurales de mayoría negra se tiende a reafirmar las tradiciones de algunos grupos étnicos. La cultura tradicional afrikáner está también más afianzada en estas áreas. En los últimos años, la comunidad formada por la población mestiza ha experimentado un nuevo sentimiento de autovaloración, que ha encontrado su máxima expresión en la literatura, el teatro y la música.
El sistema del apartheid dejó una profunda impronta en la sociedad sudafricana. Los blancos gozan de un nivel de vida comparable al de los países más desarrollados del mundo, pero no ocurre lo mismo con la población no blanca, en especial con los negros. Aunque éstos constituyen más del 75% de la población, sólo obtienen el 28% de los ingresos totales del país; el caso de la población blanca es justo a la inversa pues constituyen el 13% de la población y, sin embargo, disfrutan del 61% de la renta nacional.
Como consecuencia de las antiguas leyes de segregación, la mayoría de la población blanca se agrupa en el centro de las áreas urbanas más importantes y cerca de las zonas de negocios, mientras que los negros viven en municipios de la periferia.
Los granjeros blancos son propietarios de gran parte de la tierra y generan prácticamente toda la producción agrícola de Sudáfrica.