Reseña histórica
Entre los siglos XV y XVII se desarrollaron varios sistemas estatales importantes en la región de la sabana meridional. Los más importantes fueron el reino Kongo en el oeste y los estados Luba-Lunda en el este, que desarrollaron elaboradas instituciones políticas, respaldadas por una realeza simbólica y por la fuerza militar. En esta región de la sabana, la resistencia de los reinos a las fuerzas coloniales se vio socavada por las incursiones y guerras intestinas que siguieron al comercio de esclavos, por la creciente devastación que sufrieron cuando esas fuerzas adoptaron el uso de armas de fuego cada vez más sofisticadas, y por las divisiones entre los que colaboraban con los forasteros y los que se resistían. En la selva tropical, los grupos corporativos que combinaban funciones sociales y económicas entre un pequeño número de personas emparentadas y no emparentadas, constituían el modo de organización dominante. La naturaleza segmentada de estas sociedades de la selva tropical dificultó su capacidad para resistir una invasión a gran escala por parte de las fuerzas coloniales.
El Estado Libre del Congo
En la década de 1870, la exploración europea de la cuenca del Congo, patrocinada por el rey Leopoldo II de Bélgica, permitió al gobernante adquirir derechos sobre el territorio del Congo y convertirlo en su propiedad privada bajo el nombre de «Estado Libre del Congo».
Armado con un mandato privado de la comunidad internacional de la época, y bajo la apariencia de la misión humanitaria de su «Asociación Internacional Africana» de acabar con la esclavitud y llevar el progreso y la religión, Leopoldo creó un instrumento coercitivo de hegemonía colonial, diseñado para extraer no sólo la máxima cantidad de recursos naturales de la tierra, sino también la máxima producción de mano de obra de la población, en nombre de la «misión civilizadora»
A raíz de las críticas internacionales suscitadas, entre otros, por las denuncias del escritor estadounidense Mark Twain, en 1908 el Parlamento belga votó la anexión del «Estado Libre del Congo», es decir, la compra de la zona al rey Leopoldo, poniendo así bajo dominio belga lo que en su día fue la propiedad personal del rey.
Descolonización
A pesar de la eliminación de los aspectos más crueles del «Estado Libre del Congo», el Gobierno belga mantuvo una actitud paternalista hacia la población y reacia a las reformas políticas.
En 1956, un grupo perteneciente Alianza de los Bakongo (ABAKO), una asociación con sede en Léopoldville (actual Kinshasa) publica un manifiesto político, en respuesta a las ideas expuestas por un joven profesor belga de legislación colonial, A.A.J. van Bilsen, en su «Plan de treinta años para la emancipación política del África belga». El manifiesto afirmaba: «En lugar de aplazar la emancipación otros treinta años, deberíamos obtener el autogobierno hoy mismo».
Bajo el liderazgo de Joseph Kasavubu, la ABAKO se transformó en un vehículo de protesta anticolonial. Al tiempo, aparecieron otros movimientos en todas las provincias. Entre ellos destacó el Movimiento Nacional Congoleño (MNC), que propugnaba la unidad nacional en la lucha por la independencia (a diferencia de ABAKO, cuyo atractivo se limitaba a los bakongo). Su dirigente más destacado fue Patrice Lumumba.
El 04 de enero de 1959 estallan protestas anticolonialistas en Léopoldville (hoy, Kinshasa) que llevan al Gobierno belga a la instantánea descolonización; el Congo accedió formalmente a la independencia el 30 de junio de 1960, con Lumumba a la cabeza. Pero rápidamente se sumió en el caos..
La crisis del Congo
En las primeras elecciones nacionales del Congo (mayo 1960), el partido MNC de Lumumba había superado al ABAKO de Kasavubu, por estrecho margen, y ambas formaciones optan por la alianza: Lumumba asume el Gobierno y Kasavubu, la presidencia
Los acontecimientos que desencadenaron la «crisis del Congo» fueron el motín del ejército (la Fuerza Pública) cerca de Léopoldville el 5 de julio y la posterior intervención de los paracaidistas belgas, aparentemente para proteger las vidas de los ciudadanos belgas. Moise Tshombe aprovechó la confusión resultante para proclamar la independencia de la provincia de Katanga, rica en minerales. Bélgica envió tropas, aparentemente para proteger a los ciudadanos belgas en el desorden, pero las tropas belgas desembarcaron principalmente en Katanga, donde sostuvieron el régimen secesionista de Tshombe.
Lumumba, quien abogaba por un Congo unitario, sin divisiones por líneas étnicas o regionales, intentó reconducir la situación y pidió ayuda a Naciones Unidas. No la recibió. Pidió entonces apoyo a los estados africanos independientes y a la unión Soviética. Estos movimientos alarmaron a las potencias occidentales anticomunistas, y Kasavubu destituyó a Lumumba, quien impugnó la medida. Como resultado de la discordia, había dos grupos que ahora reclamaban ser el Gobierno central legal. El 14 de septiembre, el líder del ejército congoleño, el coronel Joseph Mobutu (más tarde presidente del Zaire con el nombre de Mobutu Sese Seko), tomó el poder y llegó a un acuerdo con Kasavubu. En noviembre, la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU) reconoció las credenciales del Gobierno de Kasavubu.
Lumumba fue capturado por las fuerzas de Mobutu y retenido inicialmente en un campamento militar en Thysville (ahora Mbanza-Ngungu), pero la preocupación de que los soldados de allí simpatizaran con él llevó a las autoridades belgas, congoleñas y katanas a organizar su traslado a un lugar diferente que consideraron más seguro, y que casi seguramente garantizaría su muerte. Tras ser torturado, fue ejecutado el 17 de enero de 1961, junto con sus compañeros Okito y Mpolo , por un pelotón de fusilamiento bajo mando belga
En 1963 se pone fin al conflicto armado de Katanga, derrotando al movimiento secesionista.
La Administración de Mobutu
Tras el gobierno civil encabezado por Cyrille Adoula en 1961, se produce el segundo golpe de Estado de Mobutu, el 24 de noviembre de 1965, en medio de una lucha por el poder entre el presidente en funciones, Kasavubu, y su primer ministro, Tshombe. El propio Mobutu asumió esta vez la presidencia.
En 1971, Mobutu, que cambió su nombre a Mobutu Sese Seko, rebautizó el país con el nombre de Zaire. Gobernó hasta 1990, en un sistema de partido único, el MPR, cuando, con la constatación de su ilegal fortuna y con el fin de la Guerra Fría, antiguos aliados internacionales, como Estados Unidos, Francia y Bélgica, le presionaron para que cediese el poder.
Mobutu convocó una conferencia nacional que dio lugar a la formación de un grupo de coalición, el Alto Consejo de la República (HCR), un organismo provisional encargado de supervisar la transición del país a una democracia multipartidista. El HCR eligió a Étienne Tshisekedi como primer ministro. Tshisekedi, de etnia luba, procedente de la provincia de Kasaï-Oriental, rica en diamantes, era conocido como disidente desde 1980, cuando él y un pequeño grupo de parlamentarios acusaron al ejército de haber masacrado a unos 300 mineros de diamantes. El nuevo protagonismo de Tshisekedi puso de manifiesto el papel clave que los recursos naturales seguían desempeñando en la política nacional.
Pero Mobutu, que se resistía a la transferencia de autoridad a Tshisekedi, maniobró para enfrentar a los grupos del HCR entre sí. También se aseguró el apoyo de las unidades militares otorgándoles el derecho a saquear regiones enteras del país y ciertos sectores de la economía. Finalmente, estas maniobras minaron a Tshisekedi y resucitaron el poder de Mobutu, quien llegó a un acuerdo con la oposición, por el que Kengo wa Dondo, partidario de la austeridad y del mercado liberal, se convirtió en primer ministro en 1994.
Mobutu aceptó las reformas del gobierno establecidas en el Acta Constitucional de Transición (1994), pero las reformas reales y las elecciones prometidas nunca tuvieron lugar.
La crisis ruandesa de 1993-94 -enraizada en las antiguas tensiones entre los dos principales grupos étnicos del país, los hutus y los tutsis- y el posterior genocidio (en el que murieron más de 800.000 civiles, principalmente tutsis) brindaron a Mobutu la oportunidad de enmendar sus relaciones con las potencias occidentales. Tras la invasión de Ruanda a finales de 1993 por una organización ruandesa en el exilio dirigida por tutsis, las fuerzas del Frente Patriótico Ruandés -FPR, Mobutu ofreció apoyo logístico y militar a las tropas francesas y belgas que intervinieron para apoyar al Gobierno ruandés dirigido por los hutus. Esta medida renovó las relaciones con Francia y, en última instancia, hizo que Bélgica y Estados Unidos reabrieran los canales diplomáticos con Mobutu. Los negocios que prometían a las empresas extranjeras un acceso privilegiado a los recursos del país y a las empresas estatales reforzaron aún más el apoyo exterior.
Los tutsis zairianos (en el este del país) y el Gobierno de Ruanda unieron fuerzas con el oponente de Mobutu, Laurent Kabila, y su Alianza de Fuerzas Democráticas para la Liberación del Congo-Zaire-AFDL), organización apoyada por los Gobiernos de Angola y Uganda (Mobutu había apoyado a los movimientos rebeldes en esos países). Y en mayo de 1997, el AFDL derrotó a Mobutu, quien había huido para entonces del país. Murió en el exilio pocos meses después.
La República Democrática del Congo
Kabila asumió la presidencia y restauró el nombre anterior del país, República Democrática del Congo. Pero el país no avanzó en democracia bajo su Gobierno
En agosto de 1998, el nuevo líder fue desafiado por una rebelión en las provincias del este del país, respaldada por los Gobiernos de Ruanda y Uganda. Las tropas de Angola, Chad, Namibia, Sudán y Zimbabue intervinieron para apoyar al Gobierno de KABILA. En enero de 2001, KABILA fue asesinado y su hijo, Joseph KABILA, fue nombrado jefe de Estado.
Aunque la guerra civil había terminado técnicamente, el país estaba devastado. Se calcula que más de tres millones de personas murieron; quienes sobrevivieron tuvieron que afrontar miseria, hambre y enfermedades
En octubre de 2002, el nuevo presidente consiguió negociar la retirada de las fuerzas ruandesas que ocupaban el este de la RDC; dos meses más tarde, todas las partes beligerantes restantes firmaron el Acuerdo de Pretoria para poner fin a los combates y establecer un gobierno de unidad nacional. En 2006 se promulgó una nueva constitución formal, y Joseph Kabila ganó las elecciones presidenciales celebradas ese mismo año.
En las elecciones de noviembre de 2011, dos candidatos eran favoritos: Kabila y el ex primer ministro Étienne Tshisekedi. Kabila, con el 49% de los votos, fue declarado vencedor. La Constitución de la RDC prohibía al presidente KABILA presentarse a un tercer mandato.
El Gobierno de Kabila retrasó las siguientes elecciones, previstas inicialmente para noviembre de 2016, al 30 de diciembre de 2018 (junto con las elecciones legislativas, provinciales y locales). En sustitución de Kabila, se presentó por el partido gobernante (el Partido Popular para la Reconstrucción y la Democracia; PPRD) Emmanuel Ramazani Shadary, antiguo ministro del Gobierno. Aunque los grupos de la oposición se unieron inicialmente para respaldar a Martin Fayulu como candidato, las protestas de los partidarios de Félix Tshisekedi -hijo del veterano líder de la oposición Étienne Tshisekedi, fallecido en 2017-le llevaron a retirar su apoyo a Fayulu y a presentarse él mismo a las elecciones por el partido. Otro líder de la oposición con amplio apoyo, Vital Kamerhe, hizo lo propio.
Cuando se dieron a conocer los resultados el 10 de enero, Tshisekedi fue anunciado como ganador, con más del 38% de los votos; le seguían Fayulu, con casi el 35%, y Shadary, con casi el 24%. Fayulu, arropado por la Conferencia Episcopal Nacional del Congo, impugnó los resultados ante el Tribunal Constitucional, que rechazó las alegaciones. La toma de posesión de Tshisekedi fue el primer traspaso de poder pacífico en el Congo desde que el país se independizó en 1960.
Mientras, la RDC, especialmente en el este, sigue sufriendo la violencia perpetrada por más de 100 grupos armados activos en la región, entre ellos las Fuerzas Democráticas Aliadas (ADF) o las Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR). La Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en la RDC (MONUSCO) opera en la región desde 1999 y es la mayor y más cara misión de mantenimiento de la paz de la ONU en el mundo (fuentes: WFB; Britannica).
Geografía
La RD del Congo limita al norte con la República Centroafricana y Sudán del Sur; al este, con Uganda, Ruanda, Burundi y Tanzania; al sureste, con Zambia; y al suroeste, con Angola. Al oeste está la corta costa atlántica del país, el enclave angoleño de Cabinda y el Congo (Brazzaville).
El rasgo geográfico dominante del país es la cuenca del río Congo, cubierta de bosque ecuatorial. Esta región, que constituye toda la zona central, es una gran depresión que asciende suavemente por ambas riberas hacia las mesetas y cadenas montañosas. Del grupo de montes los de mayor altitud son los montes Mitumba, con cumbres que superan los 4.877 m. La selva ecuatorial, prácticamente impenetrable, ocupa la parte oriental y nororiental del país. En las zonas más elevadas situadas en torno al borde de la cuenca del Congo está presente la sabana.
El río Ubangui y el río Kasai son los principales afluentes del Congo. Tanto la cuenca del Congo como las regiones montañosas están atravesadas por numerosos ríos, cuyos valles están cubiertos por una densa vegetación.
Clima
El país se divide en cuatro grandes regiones climáticas. En la zona de clima ecuatorial, las temperaturas son calurosas, y la temperatura media mensual rara vez baja de los 70 F (entre los 20 C). La humedad es alta y llueve durante todo el año. La zona climática tropical o subecuatorial, marcada por las estaciones seca y lluviosa, se encuentra al norte y al sur de la región ecuatorial. La estación seca dura de cuatro a siete meses (normalmente de abril a octubre), dependiendo en gran medida de la distancia al Ecuador. Durante la temporada de lluvias pueden producirse breves periodos de sequía de varias semanas de duración. La zona climática atlántica se limita a la costa occidental. La baja altitud y la fría corriente de Benguela son las principales influencias. El clima de montaña se da en las altiplanicies y montañas del este.