Servicios públicos
EDUCACIÓN: la enseñanza primaria (seis cursos) comienza a los seis años y es oficialmente obligatoria. La educación secundaria dura seis años, divididos en dos ciclos de tres años cada uno. Aproximadamente la mitad de la población adulta está alfabetizada, aunque las tasas de alfabetización de los hombres son sustancialmente superiores a las de las mujeres.
Entre los años 2009 y 2019 la matriculación en la enseñanza primaria, por sexos, es del 81% de niñas y 79% de niños. En 2019 la matriculación en enseñanza secundaria es del 32% entre las mujeres, y un 30% entre los hombres
SALUD: las instalaciones sanitarias modernas son escasas en Mauritania. Hay un hospital en Nuakchot y centros de salud regionales, incluyendo clínicas de maternidad. Los remedios tradicionales para las enfermedades -algunos de los cuales se remontan a los textos árabes clásicos, otros se basan en las habilidades de los curanderos y herbolarios locales- siguen desempeñando un papel importante.
TRANSPORTE Y TELECOMUNICACIONES: el transporte con animales de carga -camellos en el norte, bueyes y burros en el sur- ha conservado una importancia considerable en las partes del país donde prevalece una economía de subsistencia y de trueque, aunque el transporte entre ciudades y regiones se realiza cada vez más por carretera. La construcción de carreteras se enfrenta a retos considerables, como las dunas de arena cambiantes, las inundaciones repentinas en el sur y los acantilados escarpados en el norte. Una carretera conecta Rosso con Tinduf (Argelia), pasando por Nuakchot; la autopista Trans-Mauritania une Nuakchot con el oeste del país. En 2004 se completó una autopista norte-sur que une Nuakchot y Nouâdhibou. Sólo un tercio de las carreteras mauritanas están pavimentadas.
El transporte de pasajeros por ferrocarril es insignificante. Los aeropuertos internacionales son los de Néma, Nouakchott y Nouâdhibou, mientras que otras ciudades están conectadas por servicios aéreos regulares.
Los servicios de correo, teléfono y telégrafo se combinan en las principales oficinas de correos. Aunque se privatizó a principios de la década de 2000, Mauritel mantiene el monopolio de los servicios de telefonía. La penetración de la 3G es alta, pero el desarrollo de la LTE, escaso; las velocidades de acceso a la banda ancha móvil son bajas.
SERVICIOS BÁSICOS: un tercio de los hogares viven en viviendas precarias y sólo el 38% de la población tiene acceso al alumbrado eléctrico.
El 72% de la población (50% en el ámbito rural) tiene acceso a servicios básicos de agua potable; el 50% (19% en el ámbito rural) a un sistema básico de saneamiento.
El porcentaje de la población que usa Internet (2017) es del 21%. Acceso a electricidad (2019); 45,8% (sector urbano: el 86,5%)
Economía y Trabajo
“La economía de Mauritania está dominada por las industrias extractivas (petróleo y minas), la pesca, la ganadería, la agricultura y el sector servicios. La mitad de la población sigue dependiendo del sector primario, aun con los desplazamientos de agricultores y nómadas a las ciudades por las recurrentes sequías de los años 70, 80, 2000 y 2017. El crecimiento reciente del PIB ha sido impulsado en gran medida por la inversión extranjera en los sectores de la minería y el petróleo.
Los extensos recursos minerales de Mauritania incluyen el mineral de hierro, el oro, el cobre, el yeso y la roca fosfórica, y se está explorando el tantalio, el uranio, el petróleo crudo y el gas natural. Las materias primas extractivas representan cerca de las tres cuartas partes de las exportaciones totales de Mauritania, lo que somete a la economía a las oscilaciones de los precios en los mercados mundiales de materias primas. La minería es también una fuente creciente de ingresos públicos, que ha pasado del 13% al 30% de los ingresos totales entre 2006 y 2014. Las aguas costeras del país se encuentran entre las zonas pesqueras más ricas del mundo. La pesca representa alrededor del 15% de los ingresos presupuestarios y el 45% de los ingresos en divisas. Mauritania procesa un total de 1.800.000 toneladas de pescado al año, pero la sobreexplotación por parte de las flotas extranjeras y nacionales amenaza la sostenibilidad de esta fuente clave de ingresos.
La economía nacional es muy sensible a los precios internacionales de los alimentos y de las materias primas extractivas. Otros riesgos para la economía de Mauritania son sus sequías recurrentes, la dependencia de la ayuda y la inversión extranjera y la inseguridad en el vecino Malí, así como la escasez de infraestructuras, capacidad institucional y capital humano” (Fuente: Worldfact Book)
El Banco Africano de Desarrollo (AFDB, por su siglas en inglés) estima que, debido al deterioro de la economía mundial en 2020 por la pandemia del COVID-19 , el PIB real de Mauritania se contrajo un 3,6% en 2020, tras crecer un 5,9% en 2019. El presupuesto cayó en un déficit del 4,1% del PIB en 2020, después de estar en superávit el año anterior, debido a una caída significativa de los ingresos fiscales durante una desaceleración económica, una disminución de los ingresos de exportación, la flexibilización de los impuestos sobre algunas necesidades y un aumento significativo del gasto en salud para luchar contra las infecciones de COVID-19. La desaceleración de la economía mundial no sólo afectó al comercio exterior, sino también a las inversiones extranjeras directas en Mauritania. La inflación ha sido del 2,7% en 2020 (del 2,3% en 2019) (fuente: AfDB)
El derecho a la libertad sindical está consagrado en la Constitución y regulado por el Código de Trabajo. El derecho a la negociación colectiva está reconocido por la ley y el derecho de huelga es legal. Sin embargo, el movimiento sindical mauritano experimenta situaciones difíciles a todos los niveles, desde la defensa de los derechos laborales en los tribunales, hasta el bloqueo de organizaciones locales y acuerdos internacionales, o la intimidación de sindicalistas (fuente: ITUC CSI)