La educación es obligatoria para los niños y niñas entre los 7 y los 13 años. La matrícula es gratuita, pero las familias tienen que pagar uniformes, libros, material escolar y transporte, por lo que la educación es demasiado cara para muchas familias. Un proyecto integrado de desarrollo de la primera infancia ayuda a las familias más pobres a mantener a sus hijos en la escuela proporcionándoles libros, uniformes y otros materiales.
Está prohibido discriminar a las personas con discapacidad en la educación y otros servicios públicos. Apenas existe información sobre la educación para niños con discapacidad.
En 2005, la matriculación en enseñanza primaria fue del 47%. Es sustancial la diferencia por sexos, el 43% de niñas matriculadas y el 51% de los niños.
Las tasas de escolarización en las enseñanzas secundaria y superior fueron del 25% y 23%, respectivamente.
La Universidad de Asmara es la única universidad del país.
El acceso mejorado a fuentes de agua potable en 2004 en Eritrea es para el 60% de la población, y el acceso a servicios sanitarios es para el 9% de la población.

A consecuencia de la sequía, la hambruna y la guerra con Etiopía que comenzó en la década de 1960, Eritrea se encuentra en graves problemas económicos. Cuando el país consigue la independencia en 1993, la base industrial se encuentra en ruinas, la red de transporte seriamente dañada y existe una gran dependencia de la ayuda internacional para alimentar a la población. Para recuperarse de la guerra, necesita una óptima planificación, la distribución de sus recursos, ayuda internacional, realojar a su población, obtener la autosuficiencia alimentaria y reconstruir la infraestructura de los transportes. El gobierno ha comenzado un proceso de privatización.
Eritrea tiene una posición comercial estratégica en el Mar Rojo y sus reservas minerales de mármol, granito, plata, cobre, zinc, oro y sílice son muy importantes.
Más del 70% de la población se dedica a la agricultura y el pastoreo, y más de un tercio de la población depende de la ayuda exterior.
Eritrea posee dos puertos importantes, el de Massawa, que sirve como puerto de Asmara la capital, y
el puerto de Asab que servía básicamente a Addis Ababa y se encuentra en las proximidades del estrecho de Bab el-Mandeb, por donde circula una parte importante del comercio mundial, principalmente de hidrocarburos.
La edad mínima para trabajar es de 18 años, pero se puede contratar a aprendices de 14 años. El gobierno tiene un plan de acción nacional para proteger a los niños de la explotación en el trabajo, aunque continúa el trabajo infantil.
Los trabajadores tienen derecho a asociarse. Algunas políticas estatales restringen la libertad de asociación. Los funcionarios, militares, policías y otros empleados de servicios básicos no pueden sindicarse.
Consulta el Informe Anual 2009 sobre las Violaciones de Derechos Sindicales en Eritrea editado por la Confederación Sindical Internacional – CSI.
Consulta el Informe Anual 2007 sobre las Violaciones de Derechos Sindicales en Eritrea editado por la Confederación Sindical Internacional – CSI.