Servicios públicos
EDUCACIÓN: desde 1960, cuando Costa de Marfil obtuvo la independencia, el Estado estuvo muy implicado en la construcción de escuelas primarias, secundarias y técnicas. No obstante, la crisis económica de la década de los años ochenta del siglo pasado y los Programas de Ajuste Estructural (PAE) condujeron a una drástica reducción de la financiación estatal para las escuelas públicas. El Estado decidió entonces autorizar la apertura de escuelas privadas en el conjunto del territorio nacional, a través de un convenio de concesión de servicio público. La privatización abrumadora de la educación ha derivado en que en algunos municipios haya en la actualidad diez veces más escuelas privadas que públicas.
La enseñanza primaria es gratuita y oficialmente obligatoria durante seis años. La enseñanza secundaria se imparte en dos ciclos de tres y dos años, respectivamente. La guerra civil de 2002 perturbó, durante una larga temporada, la educación en el país, especialmente en el norte. La inscripción de niñas en la enseñanza primaria es del 87% y de niños, del 94%. En secundaria, la inscripción escolar es del 35% en las niñas, y un 45% en los niños. La proporción de niñas con respecto a niños en educación primaria y secundaria (%) es del 0,88. La tasa de matrícula bruta en secundaria (2019) es del 54,6%.
Aproximadamente la mitad de la población marfileña de 15 años o más sabe leer y escribir (el 40% en el caso de las mujeres).
Hay tres grandes universidades públicas: Universidad de Cocody, Bouaké y Korogho
566.178 personas estudian español en Costa de Marfil (el sexto país del mundo con más interés por el español, por detrás de Estados Unidos, Brasil, Francia, Alemania e Italia, según el informe del Instituto Cervantes (2020) «El español, lengua viva».
SANIDAD: los servicios sanitarios de Costa de Marfil eran comparativamente buenos antes de finales de la década de 1980, pero empeoró con la crisis económica y los conflictos internos. Debido a la elevada mortalidad en el embarazo y el parto, el Ministerio de Salud ha dado prioridad a la atención materna y la ofrece gratuitamente. Sin embargo, las restricciones presupuestarias, el desabastecimiento de medicamentos y la falta de personal capacitado implican que no siempre estén garantizados servicios de buena calidad para madres y bebés.
Entre 2002 y 2010, la crisis política y militar que abrumó al país provocó la huida de personal sanitario, y aun cuando otros tantos han regresado, falta personal cualificado
La sanidad la cobertura nacional del personal profesional de la salud (proporción de enfermeros y médicos por habitantes es de 1,4 en el caso de personal médico y de 6,7 en el caso del personal de enfermería, por cada 10.000 habitantes (según la CEDEAO, 2019), cuando la OMS recomienda una presencia de 9 médicos/as y de 35,5 enfermeros/as por cada 10.000 hab.
En Abiyán, Bouaké, Daloa y Korhogo hay hospitales; en otras zonas del país, clínicas. Hay muchos practicantes de formas de medicina tradicional, que se encuentran en todo el país, pero especialmente en las zonas rurales.
TRANSPORTE Y TELECOMUNICACIONES: la red de carreteras del país es una de las más densas del África subsahariana. Una línea ferroviaria de vía única conecta Abiyán con Uagadugú, la capital de Burkina Faso. Como mayor puerto de contenedores de África occidental, Abiyán cuenta con muelles separados para pasajeros, para mercancías que requieren cuidados especiales como plátanos, minerales y petróleo, para pescadores y para barqueros que transportan mercancías en canoa. Abiyán cuenta con un aeropuerto internacional situado en Port-Bouët. Existen otros aeropuertos internacionales en Bouaké y Yamoussoukro, y los aeropuertos regionales dan servicio a zonas más pequeñas. La compañía aérea nacional, Air Côte d’Ivoire, presta servicio en los aeropuertos del país y en algunos destinos internacionales.
SERVICIOS BÁSICOS: el 36% de la población (41,15% en el ámbito rural) tiene acceso a servicios básicos de agua potable; el 25% (41,49% en el ámbito rural) no tiene acceso a sistema alguno de saneamiento (2020).
El porcentaje de la población que usa Internet (2018) es del 47%. Acceso a electricidad, (2019); 68,6%; en el ámbito rural, el 42%.
Economía y Trabajo
La tasa de crecimiento de Costa de Marfil ha sido una de las más altas del mundo en los últimos cinco años. Costa de Marfil depende en gran medida de la agricultura y las actividades relacionadas, que ocupan a aproximadamente dos tercios de la población. Es el mayor productor y exportador mundial de cacao en grano y un importante productor y exportador de café y aceite de palma. Por consiguiente, la economía es muy sensible a las fluctuaciones de los precios internacionales de estos productos y a las condiciones climáticas. El cacao, el aceite y el café son los principales ingresos por exportación, pero el país ha dado prioridad a la transformación agrícola del cacao, los anacardos, los mangos y otros productos básicos. La extracción de oro y la exportación de electricidad son industrias en crecimiento al margen de la agricultura (fuente: Worldfactbook)
El Banco Africano de Desarrollo (AFDB, por su siglas en inglés) estima que El PIB real aumentó un 1,8% en Costa de Marfil en 2020, muy por debajo de su crecimiento del 6,4 en 2019, ya que los efectos del COVID-19 perturbaron la mayoría de los sectores de la economía del país. El debilitamiento de la demanda mundial afectó duramente a los sectores de exportación de Costa de Marfil: la agricultura de exportación (que se contrajo un 2,2%), las industrias agroalimentarias (-1,3%), la silvicultura (-16,5%), la minería (-4,8%), los productos petrolíferos (-26,9%) y el transporte (-1,8%). La inflación pasó del 0,8% en 2019 al 1,8% en 2020.Se espera que el déficit presupuestario se reduzca al 4,3% del PIB en 2021, y luego al 3,3% del PIB en 2022, por efecto de la recuperación económica. Los principales factores de riesgo para este escenario optimista son la continuación de la pandemia en el segundo semestre de 2021, el deterioro de la situación sociopolítica interna y de los precios de los principales productos de exportación del país (fuente: AFDB)
Costa de Marfil ratificó el Convenio n.º 87 sobre la libertad sindical y la protección del derecho de sindicación (1948) en 1960 y el Convenio nº 98 sobre el derecho de sindicación y de negociación colectiva (1949) en 1961. El derecho a la libertad sindical y de huelga están regulado por el Código de Trabajo, si bien las autoridades o los empleadores están capacitados para prohibir, limitar, suspender o cesar unilateralmente una acción de huelga. La ley prohíbe la discriminación antisindical, pero no prevé medidas adecuadas de protección al respecto (fuente: ITUC-CSI-IGB)