Estructura de gobierno
Poder ejecutivo
Presidente: Mahamat Idriss Déby Itno (interino), asistido por el Primer Ministro: Albert Pahimi Padacké (interino)
El 20 de abril de 2021, el ejército informó de que el presidente Idriss Déby Itno (seis veces electo) había muerto en un combate con los rebeldes. Los militares disolvieron el Gobierno y la Asamblea Nacional y establecieron el Consejo Nacional de Transición -un consejo militar- para gobernar el país durante 18 meses, con nuevas elecciones previstas después de ese plazo. El hijo de Déby, Mahamat Idriss Déby Itno, fue nombrado presidente interino por el consejo militar. Días después, Albert Pahimi Padacké fue nombrado primer ministro interino.
El presidente es elegido por sufragio universal y por mayoría absoluta, en 2 vueltas si es necesario, para un mandato de 5 años (sin límite de mandatos); las últimas elecciones presidenciales se celebraron el 10 de abril de 2016. TIdriss DEBY Itno (Movimiento de Salvación Patriótica-MPS) fue reelegido presidente en la primera vuelta, con el 61,6%; el principal opositor, Saleh KEBZABO (Unión Nacional para la Democracia y la Renovación-UNDR) consiguió el 12,8%
Poder legislativo
Parlamento unicameral: la Asamblea Nacional consta de 188 escaños. 163 miembros son elegidos por sufragio universal en circunscripciones plurinominales, por voto de representación proporcional y 25 directamente elegidos en circunscripciones uninominales por mayoría absoluta, con una segunda vuelta si es necesario. Los miembros cumplen un mandato de 4 años.
Las últimas legislativas se celebraron el 13 de febrero y el 6 de mayo de 2011. Las siguientes elecciones legislativas estaban previstas para junio de 2015, pero han sido pospuestas en numerosas ocasiones desde entonces. Debido a la irrupción de la crisis de la Covid-19 durante el primer semestre de 2020, el presidente Déby anunció un nuevo retraso, fijando como nueva fecha octubre de 2021. El MPS tiene mayoría parlamentaria desde 1997.
El porcentaje de mujeres en la Asamblea Nacional es del 12,77% (24/188).
Poder judicial
El sistema judicial de Chad comprende el Tribunal Supremo y los tribunales penales y de magistrados. El Consejo Constitucional y el Alto Tribunal de Justicia, este último formado por miembros de la Asamblea Nacional elegidos por sus pares para tratar cualquier caso de traición que implique a miembros del Gobierno, fueron abolidos por la constitución de 2018.
Sistema legal: sistema mixto de derecho civil y consuetudinario
Balance geopolítico
Idriss Déby obtuvo el poder a finales de 1990, tras derrocar militarmente a Habré y superó varios intentos de golpe de estado, hasta que en 1993 1993 se celebró una conferencia nacional para establecer un gobierno de transición, y Déby fue designado oficialmente presidente interino. En 1996 se aprobó una nueva constitución y Déby fue elegido presidente en las primeras elecciones presidenciales multipartidistas celebradas en la historia de Chad.
Sin embargo, la paz seguía siendo frágil y las escaramuzas periódicas con los grupos de la oposición se convirtieron en una rebelión total a finales de 1998, cuando el Movimiento por la Democracia y la Justicia en el Chad (MDJT) inició una ofensiva en el norte del país. Otros grupos de la oposición se unieron posteriormente al MDJT, y la rebelión continuó en el siglo XXI.
En 2001, Déby fue reelegido presidente; su Gobierno seguía haciendo frente a importantes ofensivas rebeldes hasta que los acuerdos de paz de 2002 y 2003 pusieron fin a la mayor parte de los combates durante unos años. También en 2003, Chad se convirtió en un país productor de petróleo
Déby y su administración eran acusados por la oposición de reprimir brutalmente los derechos humanos y las libertades individuales, y también de corrupción. Hubo otros intentos de golpe de Estado, como los de 2004 y 2006. También se reanudaron las ofensivas rebeldes, sobre todo en 2006, antes de la reelección de Déby para un tercer mandato como presidente. En 2008, cuando los rebeldes llegaron a Yamena antes de retirarse; muchos chadianos fueron desplazados por los combates
Varios líderes rebeldes implicados en la ofensiva de 2008 fueron juzgados en ausencia en agosto de ese año, al igual que el ex presidente Habré, sospechoso de dirigir la actividad rebelde en Chad mientras vivía exiliado en Senegal. Habré y los líderes rebeldes fueron declarados culpables de intentar derrocar al Gobierno de Déby y condenados a muerte. Habré también se enfrentó a cargos en Senegal en relación con asesinatos por motivos políticos y actos de tortura presuntamente cometidos durante su Gobierno en Chad. Senegal presentó esos cargos a petición de la Unión Africana (UA), pero los funcionarios senegaleses pasaron años dudando sobre si debían llevar a Habré a juicio. La situación llegó a un punto crítico en 2012, cuando la Corte Internacional de Justicia dictaminó que Senegal debía procesar a Habré o extraditarlo. Senegal aceptó entonces un plan de la Unión Africana para establecer un tribunal especial en Dakar para juzgar a Habré. Fue detenido el 30 de junio de 2013 y dos días después compareció ante el tribunal especial, donde se le acusó formalmente de haber cometido crímenes contra la humanidad, crímenes de guerra y tortura durante los ocho años que gobernó Chad. Su juicio comenzó en julio de 2015. El 30 de mayo de 2016, Habré fue declarado culpable de haber cometido crímenes de lesa humanidad durante su etapa como gobernante de Chad y fue condenado a cadena perpetua.
Además de los conflictos internos, a principios del siglo XXI Chad tenía problemas a lo largo de su frontera con los países vecinos Níger, la República Centroafricana y, sobre todo, Sudán. A principios de 2003, los combates en la región de Darfur, en el oeste de Sudán, hicieron que miles de sudaneses huyeran a Chad; a principios de 2005 se calculaba que había unos 200.000 refugiados en el país. Las tropas chadianas se vieron involucradas en el conflicto periódicamente, ya que las milicias sudanesas cruzaron la frontera con Chad mientras perseguían a los rebeldes sudaneses o atacaban los campos de refugiados; también se sospechaba que los rebeldes chadianos operaban desde bases en Sudán. Los gobiernos de Chad y Sudán se acusaron mutuamente de apoyar la actividad rebelde en el país del otro. En enero de 2008, la unión Europea desplegó una fuerza de mantenimiento de la paz para proteger a los refugiados de Chad, Sudán y la República Centroafricana en las zonas de conflicto a lo largo de las fronteras; en marzo de 2009,fue sustituida por un contingente mayor de fuerzas de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas.
En 2007 y 2008 se intentó resolver las cuestiones que habían provocado años de conflicto entre Chad y Sudán, pero con poco éxito. En enero de 2010 pareció alcanzarse una solución cuando los Gobiernos de ambos países firmaron un acuerdo que preveía los medios para controlar su frontera común y garantías de que ninguno de los dos países permitiría a los grupos rebeldes del otro operar desde su territorio.
En 2011, las elecciones presidenciales de Chad se pospusieron inicialmente unas semanas, aparentemente para atender las denuncias de la oposición sobre los fallos en el proceso de registro de votantes. A pesar del retraso, las principales figuras de la oposición mantuvieron que sus quejas no se habían resuelto y, alegando la imposibilidad de una votación creíble, boicotearon las elecciones del 25 de abril. Déby fue reelegido, obteniendo casi el 89% de los votos.
Mientras tanto, la región que rodea a Chad experimentó un aumento de la violencia de los militantes islámicos. Con uno de los ejércitos más potentes de la región, Chad se puso al frente de los esfuerzos antiterroristas, enviando sus tropas donde era necesario, como en Malí en 2013. Un grupo militante islámico, Boko Haram, con sede en Nigeria, comenzó a salir de las fronteras de ese país, lanzando ataques en Chad y otros países cercanos. Chad asumió un papel de liderazgo en los esfuerzos para combatir al grupo, lo que llevó a un aumento de los ataques terroristas de Boko Haram dentro del país. Los esfuerzos antiterroristas de Chad le valieron a Déby muchos elogios en la escena internacional, pero en su país su Gobierno siguió con la represión, deteniendo a opositores políticos, periodistas y sindicalistas.
En el periodo previo a las elecciones presidenciales de 2016 se produjo una cantidad de protestas sin precedentes contra el régimen de Déby, incluyendo manifestaciones y una huelga general que paralizó los negocios en muchas zonas. No obstante, Déby, que se enfrentaba a otros 13 candidatos, era el favorito para ganar las elecciones del 10 de abril y así fue, ya que las autoridades declararon que había recibido casi el 62% de los votos. Incluso antes de que se dieran a conocer los resultados, algunos líderes de la oposición denunciaron el fraude en la votación, y se criticó mucho el apagón de las comunicaciones durante y después de las elecciones.
En mayo de 2018 se promulgó una nueva Constitución. Entre los cambios estaban los que ampliaban los poderes presidenciales. Se suprimió el cargo de primer ministro, y el mandato del presidente pasó de cinco años, sin límite de mandato, a seis años, con un límite de dos mandatos. Sin embargo, los cambios en el mandato presidencial no se aplicarán con carácter retroactivo, lo que significa que Déby podrá seguir en el cargo hasta 2033. Las elecciones parlamentarias que debían celebrarse en 2015, pero que se posponían continuamente, se volvieron a retrasar, y los comicios se programaron finalmente para 2021.
En las elecciones presidenciales de abril de 2021, celebradas mientras los rebeldes atacaban desde el norte, Déby fue declarado ganador. El 20 de abril -menos de un día después de que se anunciaran los resultados de las elecciones- los militares anunciaron que Déby había muerto en combate con los rebeldes. En lugar de seguir la constitución, que dictaba que el presidente de la Asamblea Nacional debía ser nombrado presidente interino, los militares disolvieron el Gobierno y la Asamblea Nacional. Establecieron un Consejo Nacional de Transición para gobernar el país durante 18 meses, con nuevas elecciones que se celebrarían al final del periodo de transición. El hijo de Déby, Mahamat Idriss Déby Itno, fue nombrado presidente interino.
Chad se enfrenta a una pobreza generalizada, a una economía muy debilitada por los bajos precios internacionales del petróleo y a insurgencias dirigidas por rebeldes y terroristas en la cuenca del lago Chad. El clima social interno es tenso, con numerosas huelgas y manifestaciones en contra del Consejo de Transición y a favor de la restauración del orden constitucional. Además, la represión de estas manifestaciones por parte de las fuerzas de seguridad y del ejército ha dado paso a la condena internacional y a la demanda de que derechos básicos como los de reunión, manifestación y de libertad de expresión sean respetados.
Por otro lado, se mantiene la amenaza de los grupos rebeldes provenientes de Libia (particularmente el FACT) con enfrentamientos con el ejército chadiano al noroeste de la región del Kanem, a 300 km de la capital, Yamena. A esto se suma la amenaza terrorista de Boko Haram en las regiones próximas al Lago Chad. Y aunque las tensiones internas de índole socio-económica son importantes, los mayores riesgos para la estabilidad del país provienen del exterior, ya que Chad se encuentra rodeado por conflictos en todas sus fronteras (Boko Haram, crisis en RCA, en Libia, en Mali, etc.). Su liderazgo en la respuesta a todas estas amenazas ha sido reconocido con el ejercicio de la presidencia rotatoria en 2016 de la Unión Africana y la presidencia desde 2017 de la CEMAC.
Relaciones Internacionales
Chad ha sido el principal contribuyente africano a la misión en Mali y fue de los mayores en RCA hasta su repliegue. A lo largo de 2015 envió cerca de 4.500 soldados para hacer frente a Boko Haram ( ahora conocido como ISIS-África Occidental) desde Camerún y Níger. A finales de 2015, el Gobierno impuso el estado de emergencia en la cuenca del lago Chad tras los múltiples ataques de Boko Haram, que llegó a atentar en Yamena. El ejército ha sufrido grandes pérdidas ante los grupos terroristas islámicos en la cuenca del lago Chad. Su implicación contra el terrorismo yihadista ha tenido también un impacto económico muy importante. A finales de 2019, el Gobierno chadiano también declaró el estado de emergencia en las regiones de Sila y Ouaddai, fronterizas con Sudán, y en la región de Tibesti, fronteriza con Níger, donde grupos étnicos rivales siguen luchando.
El país impulsa el grupo de concertación del G-5 Sahel (Mauritania, Mali, Níger, Chad y Burkina Faso), marco institucional de coordinación y seguimiento de cooperación regional para políticas de desarrollo y seguridad, creado en 2014. Y está muy implicado en la resolución de la crisis libia, por el aumento de tráficos ilegales (armas, drogas, seres humanos) desde el país vecino y el potencial desestabilizador de este problema para la región.
Camerún supone para Chad un socio de primer orden a nivel subregional. Por Camerún discurre el oleoducto que transporta el petróleo del yacimiento chadiano de Doba al puerto de Kribi, en el Atlántico. El puerto camerunés de Duala es la principal vía de entrada y salida al mar para Chad.
Con la República Centroafricana y con Níger (el aumento de los ataques de Boko Haram en la cuenca del Lago Chad ocasionó el envío de cerca de 2.000 soldados chadianos a Níger para proteger a su vecino desde febrero de 2015) mantiene estrechas relaciones en temas de seguridad en la región, económicos y de cooperación.
La crisis en Malí estrechó la colaboración entre ambos países, donde tropas chadianas han tenido base. La crisis en Libia afectó directamente a Chad (una de las consecuencias fue el retorno de muchos de sus emigrantes). A finales de agosto de 2011, el Gobierno chadiano reconoció al Consejo Nacional de Transición. Actualmente, el Gobierno chadiano mantiene su frontera con Libia cerrada tras la intervención conjunta del ejército chadiano con el apoyo del Ejército francés contra el grupo rebelde Unión de las Fuerzas de la Resistencia (UFR), que penetró en Chad desde territorio libio durante la segunda semana de febrero de 2019.
Con Sudán ha firmado acuerdos en materia de infraestructuras (prevén la construcción de una carretera entre ambos países).
Las relaciones con Nigeria, centradas en aspectos económicos, cobran en la actualidad una nueva dimensión ante la necesidad de combatir el terrorismo proveniente de ese país.
Las relaciones entre Chad y Francia, tradicionalmente estrechas y con presencia militar de Francia en el país, han evolucionado tras el apoyo de Chad en crisis de Malí. Su participación en la MINUSMA, así como su liderazgo en la lucha contra Boko Haram, han reforzado las relaciones entre ambos países.
EEUU es un socio comercial importante en Chad; la cooperación bilateral está encauzada fundamentalmente mediante los acuerdos en materia de industria y explotación petrolífera, y el programa contra el Terrorismo de EEUU en Chad.
Con China, los objetivos de las intensas relaciones bilaterales se centran en los recursos naturales, y la cooperación china se orienta a sectores como las infraestructuras, la agricultura y la salud.
En el mes de diciembre de 2017, el presidente turco Erdogan, acompañado de ministros y empresarios, hizo una parada en el Chad en su gira africana. Es la primera vez que un presidente turco visita el Chad.
En 2019, el presidente Idris Deby asistió a la Cumbre Rusia-África de Sochi, y solicitó a Rusia que ayudase a la transformación de los recursos naturales de Chad mediante inversiones y transferencia de tecnología, ofreciendo como contrapartida facilidades y garantías a los inversores rusos.
Chad es signatario del Acuerdo de Cotonú que regula las relaciones entre la UE (que considera a Chad país prioritario) y los países ACP. Este acuerdo, renovado en 2021, contiene un capítulo comercial que permite el libre acceso al mercado comunitario de la práctica totalidad de productos procedentes de los países ACP. El sector prioritario de la cooperación UE-Chad es la seguridad alimentaria y el desarrollo rural.
Las relaciones institucionales de carácter económico y comercial entre España y Chad son muy limitadas. España estableció relaciones diplomáticas con Chad en 1975. La Embajada de España en Yaundé sustituyó en 1983 a la de Trípoli como acreditada ante Yamena. La Oficina Económica y Comercial competente en Chad es la de Lagos, en Nigeria. No se ha firmado ningún acuerdo bilateral de carácter económico o comercial entre ambos países. Chad no figura entre las prioridades geográficas del V Plan Director de la Cooperación Española 2018-2021 (fuentes: Britannica y Ministerio de Asuntos Exteriores de España)
Sociedad
DIVISIÓN ADMNISTRATIVA: Chad tiene 22 Regiones y 61 Departamentos administrados por un Prefecto y divididos a su vez en Subprefecturas.
LENGUAS: en el país se hablan más de 100 lenguas y dialectos diferentes, que pueden dividirse en 12 agrupaciones: (1) el grupo Sara-Bongo-Bagirmi, que representa las lenguas habladas por cerca de un millón de personas en el sur y el centro de Chad, (2) las lenguas Mundang-Tuburi-Mbum, habladas por varios cientos de miles de personas en el suroeste de Chad, (3) el grupo chado-hamítico, emparentado con el hausa hablado en Nigeria, (4) las lenguas kanembu-zaghawa, habladas en el norte, sobre todo por los nómadas, (5) el grupo maba, hablado en los alrededores de Abéché y en toda la región de Ouaddaï, en el este de Chad, (6) las lenguas tama, habladas en las regiones de Abéché, Adré, Goz Béïda y Am Dam, (7) el daju, hablado en la zona de Goz Béïda y Am Dam, (8) algunas lenguas de los grupos centroafricanos, en particular el sango (también lengua franca de la República Centroafricana) que se habla en el sur, (9) el grupo bua, hablado en el sur y el centro de Chad, (10) el grupo somrai, hablado en el oeste y el centro de Chad, y (11) el mimi y (12) el fur, ambos hablados en el extremo oriental.
El árabe también se habla el árabe en diversas formas y es una de las dos lenguas oficiales del país; la otra es el francés que se utiliza en las comunicaciones y en la enseñanza, aunque la red nacional de radio también emite en árabe, sara madjingay, tuburi y mundang. Mientras que en las ciudades se habla una forma regional del francés, que muestra las peculiaridades lingüísticas y ambientales locales, su penetración en el campo es desigual (fuente: Britannica)
RELIGIÓN: Aproximadamente tres quintas partes de la población son musulmanes suníes. La gran mayoría de los musulmanes se encuentran en el norte y el este de Chad. La islamización en Kanem se produjo muy pronto y fue seguida por la conversión al Islam de las principales entidades políticas de la región, como los sultanatos de Wadai, Bagirmi y Fitri, y -más recientemente- la región sahariana. El islam está muy implantado en la mayoría de las grandes ciudades y en todos los lugares donde hay población árabe. El animismo representa a casi una quinta parte de la población, sobre todo en el sur del país y en las regiones montañosas de Guera. Algo más de una quinta parte de la población es cristiana, principalmente protestante o católica. En Chad, como en otros lugares, la labor misionera cristiana no se ha dirigido a la población musulmana, sino a las poblaciones animistas de las ciudades de las regiones occidentales al sur del río Chari y de partes de la zona central de las tierras altas (fuente: Britannica)
PENA DE MUERTE: abolida. El 8 de mayo de 2017, Chad promulgó un nuevo Código Penal que derogaba la pena de muerte, excepto para los delitos relacionados con el terrorismo. Y el 28 de abril de 2020 la Asamblea Nacional votó, por unanimidad abolir la pena de muerte para todos los crímenes.
DERECHOS LGBTI: antes de que el nuevo código penal entrara en vigor en 2017, la actividad sexual entre personas adultas (mayores de 21 años) del mismo sexo nunca había sido criminalizada. A partir de 2017, la homosexualidad es considerada delito y puede acarrear penas de hasta dos años de cárcel.