En el estado de Kaduna, en el norte de Nigeria, se ha impuesto una orden de toque de queda después de que los ataques suicidas con bomba en iglesias del país causaran una ola de violencia contra musulmanes.
Jóvenes cristianos enfurecidos salieron a las calles en la ciudad de Kaduna y atacaron a musulmanes al azar.
Según testigos, algunos musulmanes fueron obligados a salir de sus autos y fueron asesinados.
Un representante de la Cruz Roja de Nigeria en Kaduna dijo que algunas de las víctimas de los violentos fueron quemadas sin que sea posible reconocerlas.
Al menos 36 personas murieron durante el día. Es el tercer domingo consecutivo en el que iglesias han sido bombardeadas en el norte de Nigeria. El grupo islamista Boko Haram ha reivindicado la autoría de previos ataques.
Vía | BBC Mundo