El País, 9 de Febrero- Los piratas del Índico han intensificado en los últimos días sus intentos de secuestro de los buques que faenan en la zona. En la madrugada de ayer, lograron abordar el palangrero ghanés Sakoba, de bandera keniana y capitaneado por un portugués nacionalizado español. El buque pertenece a la compañía East Africa Deep Fishing, con sede en Mombasa (Kenia), pero con un socio gallego, Sakald Pesca S. L., que comercializa sus capturas, según ha confirmado la propia empresa. La Confederación Española de Pesca (Cepesca) ha informado de que el Sakoba no es uno de sus asociados , aunque en su momento sí fue un buque de bandera española.
En un comunicado difundido por Sakald Pesca, la empresa con base en Vigo (Pontevedra), asegura que el Sakoba "supuestamente ha sido secuestrado por piratas somalíes, cuando se encontraba faenando en aguas de Tanzania", desmintiendo así una primera versión de los hechos que ubicaba el secuestro en un lugar próximo a las costas somalíes. Fuentes de la misión europea en el Índico han precisado que el rapto se produjo a unas 400 millas de Dar es Salaam (Tanzania).
"La tripulación del buque está compuesta por 16 tripulantes de los cuales, uno de ellos tiene nacionalidad española", prosigue el texto difundido por la empresa gallega, que añade que su socio, East Africa Deep Fishing, "dada la imposibilidad de contacto con el buque desconoce el estado de la tripulación y asimismo, si está siendo utilizado por los piratas como buque nodriza para nuevos ataques, tal y como se publica en diferentes medios".
En una alerta emitida ayer por la Operación de antipiratería Atalanta, de la OTAN, se avisaba del secuestro del buque y de que podría estar siendo "usado como una plataforma pirata y sigue siendo un amenaza para los marineros".
Exteriores contacta con embajador en Kenia
El ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, ha señalado a los medios después de una reunión en la sede del ministerio, que su departamento seguía recabando datos y que él mismo se había puesto en contacto con el embajador español en Kenia, Nicolás Martín Cinto, que le ha confirmado que a bordo del pesquero hay únicamente un español (el capitán).
Moratinos ha asegurado que el Gobierno actúa exactamente igual si hay un solo secuestrado o varios. También ha destacado que se ha puesto en marcha el protocolo de actuación habitual en estas situaciones, que coordinará la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, desde Moncloa. EL PAÍS se ha puesto en contacto con la Embajada española en Kenia, que ha evitado hacer comentario alguno sobre la situación del barco y sus tripulantes.
El Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino ha asegurado a Europa Press que el Sakoba no es español "a ningún efecto". "Es keniata a todos los efectos, no es un buque español", han subrayado fuentes del departamento que dirige Elena Espinosa, al tiempo que han precisado que la única vinculación del buque, con España es que lleva un tripulante de origen portugués nacionalizado español.
Oleada "bestial" de ataques
El secuestro se produce después de que la semana pasada cuatro buques vascos, dos de ellos con parte de la tripulación gallega, fueran atacados por piratas, pero sin registrarse heridos. El fin de la temporada del monzón ha vuelto a infectar de piratas el océano Índico. En dos de esos ataques se registraron intercambios de disparos. El capitán del Alakrana definió el pasado sábado así la situación: "Es una oleada bestial".
El largo secuestro del Alakrana estuvo marcado por la polémica, debido a la captura, 24 horas después, de dos de los piratas somalíes por la fragata Canarias, y su envío a España. Los secuestradores añadieron a las exigencias económicas la de la liberación de los dos asaltantes, y amenazaron con matar a tres de los tripulantes. Finalmente, los piratas liberaron el barco después de 47 días, tras pagarse un rescate de 2,7 millones de euros. Los dos detenidos siguen a la espera de juicio en España, en la Audiencia Nacional.
Anteriormente, en 2008, fue retenido el atunero vasco Playa de Bakio, con 26 tripulantes, durante seis días.
La Operación Atalanta, cuestionada
Las reacciones políticas al apresamiento no se han hecho esperar. Este nuevo episodio de piratería ha hecho que algunas fuerzas políticas españolas cuestionen la misión internacional de vigilancia y protección en el Índico. El portavoz socialista en el Congreso de los Diputados, José Antonio Alonso, ha pedido prudencia y confianza en todos los Estados y Gobiernos que participan en la Operación Atalanta.
Soraya Sáenz de Santamaría, portavoz parlamentaria popular, tras pedir también prudencia, ha reclamado al Gobierno que mantenga a su partido informado sobre el desarrollo del apresamiento. El portavoz del PNV en el Congreso, Josu Erkoreka, ha señalado que el secuestro emplazará a los países europeos que forman parten de la Operación Atalanta a "reconsiderar" las estrategias y a "replantear" técnicas de presencia en el Índico.
Mientras, Francisco Jorquera, portavoz del BNG en la Cámara baja, ha manifestado que la misión internacional se centraba en la protección del corredor marítimo por donde navegan los petroleros y los grandes buques, pero a su juicio debería enfocarse hacia el área de faena de la flota pesquera.