Afrol News, 24 deNoviembre- Desde comienzos de mes, decenas de saharauis han sido rechazados y retenidos en controles militares y policiales, aeropuertos y pasos fronterizos del Sahara Occidental y Marruecos, denuncian organizaciones de derechos humanos.
En todos los casos, a pesar de contar con documentación, permisos, visados de tránsito y visados válidos, “se les han confiscado dejándolos indocumentados”, denuncian organizaciones de derechos humanos en la zona.
Paralelamente, la policía marroquí, “tanto los temidos gendarmes del GUS conocidos como croatas, como los servicios de inteligencia e información de paisano, vigilan permanentemente las zonas de mayor población saharaui en los territorios del Sahara Occidental, para evitar la reacción popular”, a pesar de haberse celebrado ya manifestaciones en lugares como Dajla, contra la que “cargó violentamente” la seguridad marroquí el pasado miércoles provocando diversos heridos.
Desde el sábado, “el aeropuerto de El Aaiún se encuentra sometido a un cerco militar y policial previsión del retorno de Aminetu Haidar y el recibimiento popular que prevé y teme régimen marroquí”, aseguran los activistas.
El pasado 6 de octubre, Sidi Mohamed Daddach, el preso de conciencia que más tiempo ha estado encarcelado en África después de Nelson Mandela -24 años- y presidente del Comité de Defensa del Derecho de Autodeterminación del Pueblo Saharaui (CODAPSO) fue detenido por las fuerzas de seguridad marroquíes, acompañado de varios activistas de derechos humanos.
Dos días después, eran detenidos en el aeropuerto de Casablanca cuando regresaban de los campamentos de refugiados saharauis de Tinduf, el vicepresidente del Colectivo de Defensores Saharauis de los Derechos Humanos (CODESA) y miembro de la Asociación Marroquí de los Derechos Humanos (AMDH), sección Assa, Ali Salem Tamek, junto con varios activistas.
El Centro Internacional Olof Palme, la Fundación Robert Kennedy, Front Line o la Liga Española Pro Derechos Humanos, entre otros, exigen a Marruecos su “inmediata liberación”.
Al día siguiente de que fuera detenido en Casablanca el conocido como Grupo de los 7, el 9 de octubre, la policía marroquí arrestaba a la activista de derechos humanos Sultana Jaya cuando se disponía a coger el avión hacia Gran Canaria para acudir en España a una revisión de médica.
Human Right Watch denunciaba también desde Nueva York que el 19 de octubre, “agentes de policía de paisano se presentaron en la casa de El Aaiún de H’mad Hammad, vicepresidente del CODAPSO, y ordenaron la salida de Ruth Sebastián García y Simplicio del Rosario García. Los dos abogados españoles habían viajado a El Aaiún para asistir al juicio contra el activista estudiantil saharaui Mohamed Berkane, celebrado ese mismo día más temprano”.
El 22 de octubre, seguía HRW, “agentes de policía de paisano ordenaron a dos periodistas españolas, Beatriz Mesa de “Radio Cope” y “El Periódico”, y Erena Calvo de “Ser Radio” y el diario “El Mundo”, que salieran de la casa de Sidi Mohamed Daddach, presidente del Comité de Defensa del Derecho de Autodeterminación del Pueblo Saharaui (CODAPSO), en El Aaiún. Ambas reporteras viven en Marruecos y se encuentran acreditadas por las autoridades marroquíes”.
El 10 de noviembre, los juristas representantes del Consejo General de la Abogacía Española , Dolores Travieso Darias, que se trasladaron a el Aaiún para asistir al día siguiente a la sesión del Juicio Penal contra el activista pro derechos Alouat Hassana, fueron “coaccionados y expulsados por la policía y fuerzas de seguridad marroquíes, del domicilio del activista saharaui pro Derechos Humanos, al que habían acudido por invitación de éste y su familia”.
El sábado 21, en el Punto de Control de Guargarat, en la frontera entre el Sahara Occidental y Mauritania, eran detenidos el ex preso político y activista de derechos humanos Ahmed Salem Fahim, apodado “el bruto”, de 59 años de edad, y Mohamed Lbaikam, de 30 años, miembro del Comité Contra la Tortura de Dajla, informa CODAPSO.
También han llegado informaciones desde Noadibú, en la frontera de Mauritania y el Sáhara Occidental, de que Marruecos “impide el paso por la frontera a civiles saharauis con visado de tránsito que se disponen a viajar a España con la documentación en regla”. En el consulado español, les dicen que “es asunto marroquí” y en el consulado marroquí “que pidan otro visado en la embajada en Nuakchot”, aseguran.