El País, 4 de Febrero- F.B., ciudadano marroquí de 34 años, casado con una española y responsable de una peluquería en Bilbao, seguía ayer retenido en el centro de internamiento para extranjeros de Hendaya (Francia) pese a que una juez donostiarra ha ordenado su reingreso en España. Su esposa, y su letrado, Javier Galparsoro, temen que la expulsión a Marruecos sea inminente, aunque ayer el implicado les comunicó que ésta se retrasaba una semana. Galparsoro, también presidente de CEAR-Euskadi, recordó que si la expulsión se consuma exigirá de inmediato el retorno a España de su cliente con cargo al Estado español. También responsabilizó directamente de lo ocurrido a la Subdelegación del Gobierno en Guipúzcoa.
El joven fue arrestado el pasado día 21 en la frontera francesa al no tener la documentación en regla. La Subdelegación ha manifestado que, pese a "la voluntad" de la Policía española de cumplir la resolución judicial, no puede intervenir pues el implicado se halla bajo jurisdicción francesa.