Las fuerzas de seguridad de España y Marruecos expulsaron en una operación conjunta a decenas de indocumentados subsaharianos instalados en un islote español desierto y los enviaron a territorio marroquí, en una operación criticada por varias ONG españolas.
"Los menores y las mujeres ya están aquí, y los demás han salido esta madrugada", dijo a la AFP un portavoz de la Guardia Civil, explicando que la operación se llevó a cabo "conjuntamente" entre España y Marruecos, "sin ningún incidente en absoluto".
En las páginas digitales de los diarios El País y El Mundo, fotografías tomadas durante la noche muestran a militares españoles en una zodiac, trasladando a los inmigrantes hacia Marruecos y recorriendo los últimos metros en el agua para entregarlos a las fuerzas de seguridad marroquíes en la playa, esforzándose en no pisar suelo de ese país.
"Las condiciones del mar lo permitían porque antes hubiera sido imposible" la intervención, explicó a la AFP el portavoz del ministerio español del Interior, quien precisó que "finalizó el desalojo a las cuatro y media de la madrugada (02H30 GMT)".
En total, 83 migrantes venidos del África subsahariana se instalaron los últimos días en la Isla de Tierra, un islote deshabitado accesible a nado desde una playa marroquí, creando un auténtico rompecabezas para España que acusó a las mafias de haber "coordinado" ese desembarco.
La evacuación tuvo lugar en dos tiempos. "Diez inmigrantes, son menores y madres, se los han quedado en España y están en Melilla en este momento", según el ministerio español del Interior. Según medios españoles están bajo observación médica.
Pero "73 inmigrantes se los ha quedado Marruecos para su repatriación", añadió, una información confirmada por las autoridades marroquíes.
Según una fuente de seguridad marroquí, quedaron "a cargo" de las fuerzas del orden a la espera de su expulsión hacia la frontera argelina, desde donde habían llegado a Marruecos.
Durante el operativo, dos migrantes fueron levemente heridos, informaron las autoridades locales.
El ministerio del Interior español niega cualquier incidente. "Los inmigrantes no querían ir a Marruecos, pero no hubo necesidad de emplear la fuerza ni ningún problema antidisturbio ni nada de eso", precisó.
La operación ha sido criticada por varias ONG españolas, que acusaron a Madrid de haber "violado la legislación española al entregar a los inmigrantes de Isla de Tierra a Marruecos".
"No se ha respetado el procedimiento establecido en la Ley de Extranjería, ni se ha posibilitado que potenciales personas refugiadas puedan solicitar asilo. En cambio, han sido entregados a un país que viola sistemáticamente los derechos humanos de las personas inmigrantes", insistieron estas asociaciones de defensa de los derechos humanos.
España y Marruecos solucionaron, de manera expeditiva, una situación que se presentaba como un rompecabezas. "Aquí el objetivo no es tanto tener que actuar de esta manera sino evitar que lleguen más inmigrantes a los peñones españoles", confió el portavoz del ministerio del Interior.
España ya tiene que lidiar con el espinoso tema de sus enclaves de Ceuta y Melilla, las únicas fronteras terrestres entre África y Europa, muy frecuentadas por migrantes, que regularmente intentan entrar.
El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García Margallo, se mostró "convencido" de que la llegada de sin papeles a la Isla de Tierra era "una operación organizada por las mafias que trafican con seres humanos".
España había suministrado los últimos días una ayuda básica –mantas, agua y alimentos– a los migrantes desembarcados en la isla, rehusando sin embargo darles la más mínima esperanza de ser trasladados a la península ibérica.
Ahora se apoya en una cooperación creciente con Marruecos para evitar que este tipo de situaciones se reproduzca.
"La respuesta del gobierno de España y del gobierno de Marruecos conjuntamente, y de la Unión europea, es decirle basta ya a aquellos que trafican con los seres humanos, incluso poniendo en riesgo la vida de los más vulnerables, como son mujeres embarazadas y niños pequeños", declaró el martes el delegado del gobierno español en Melilla, Abdelmalik El Barkani, a Radio Nacional.
Vía | AFP