Protestas en el norte de África
Una veintena de asociaciones llaman a reclamar reformas políticas y económicas en varias ciudades
Marruecos no está dispuesto a que la ola reivindicativa que se ha gestado en Túnez, ha pasado por Egipto y afecta a varios países de Oriente Medio y el Magreb llegue a esta esquina del norte de África. Aunque el Gobierno asegura estar tranquilo ante la manifestación convocada a través de las redes sociales para el domingo, varias medidas económicas y políticas se han puesto en marcha para restar argumentos a los organizadores.
Una veintena de asociaciones de derechos humanos se han unido a la convocatoria lanzada a finales del mes pasado en varios grupos de Facebook, entre ellos la AMDH, una de las ONG más independientes del país. Aunque la mayor parte de los grandes partidos políticos han rechazado la protesta, ayer, el grupo islamista Al-Adl Wal Ihsan (Justicia y Caridad) y el marxista Vía Democrática aseguraron a Efe que participarían en las manifestaciones. Otras tres formaciones de izquierdas (Partido Socialista Unificado, Unión del Congreso Nacional y Vanguardia Democrática) también han confirmado su presencia, así como el sindicato Confederación Democrática del Trabajo.
Los organizadores de la protesta en varias ciudades piden reformas democráticas, la transformación de Marruecos en una monarquía parlamentaria donde el rey ceda el poder ejecutivo y la reforma de la Constitución. Incluso han puesto en circulación un vídeo en el que 14 ciudadanos exponen sus motivos para salir a la calle. «Soy marroquí y saldré el 20 de febrero a protestar porque quiero un Marruecos que nos pertenezca a todos, sin ‘hogra'(humillación por los poderosos), sin discriminación», explica una joven en la grabación. Otros denuncian «la mala gestión» o piden «la gratuidad de los servicios de salud sin estar obligados a tener un enchufe para acceder a ellos».
El ministro de Comunicación, Jalid Naciri, ha asegurado que el Gobierno «escuchará» las reivindicaciones y «buscará soluciones». «Nadie duda de la legalidad de las reivindicaciones económicas, sociales y políticas de estos jóvenes», dijo, para añadir que el Ejecutivo afronta la convocatoria con calma.
Apagar el fuego
Sin embargo, el martes, el consejo de Gobierno acordó duplicar los fondos destinados a la Caja de Compensación, que sirve para evitar que el alza de los precios de los productos de primera necesidad repercuta en los consumidores, quizás en previsión de que los altos precios puedan añadir fuego a las protestas. El Ejecutivo ha asegurado que inyectará más de 1.300 millones de euros aunque no ha especificado de dónde saldrán.
La maquinaria de propaganda estatal también se ha puesto en marcha. Como en Túnez o Egipto, los medios de comunicación oficialistas ya han comenzado a sembrar dudas sobre las intenciones de los convocantes de la marcha. Ayer, ‘L’Opinion’ tachaba a los organizadores de «gamberretes» y «estafadores», e intentaba culpar a los «pájaros de mal agüero» (en referencia a algún medio español) de hacer de altavoz de una protesta «de la que cualquier persona con sentido común se habría reído».