Las manifestaciones que ayer exigieron en distintos puntos de Marruecos reformas al rey Mohamed VI se han saldado con 5 muertos y al menos 128 heridos, según el balance oficial que ha hecho de esta jornada de protesta el ministro del Interior marroquí, Taib Cherkaui. Los hechos más graves ocurrieron en Alhucemas, capital de la provincia del Rif, al norte de Marruecos. Los disturbios que sacudieron durante todo el día esa ciudad han dejado cinco muertos, aún sin identificar, y numerosos heridos. Según ha explicado el ministro, las muertes se produjeron durante el asalto y la quema de una sucursal bancaria por parte de los manifestantes.
El titular del Interior marroquí ha explicado que ayer hubo manifestaciones en 57 provincias, lo que representa prácticamente todo el país, pero en las que "solo participaron 37.300 personas". En las protestas hubo 128 heridos, 115 de los cuales son policías. Además, las fuerzas de seguridad practicaron 120 detenciones, según las cifras del ministro. Los enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas del orden se produjeron en Tánger, Larache, Marraquech, Alhucemas, Sefrou, Tetuán y Guleimine. En Larache los manifestantes quemaron la gendarmería y robaron la droga incautada. Las manifestaciones de Rabat y Casablanca, las dos mayores ciudades, transcurrieron sin ningún incidente.
La jornada de protesta de ayer en Marruecos fue convocada por jóvenes en Facebook, pero contaba con la adhesión de varias ONG de derechos humanos, de pequeños partidos de izquierda, de las bases de algunos sindicatos y de las juventudes del movimiento islamista Justicia y Espiritualidad, ilegal, pero goza de cierta tolerancia y posee una gran capacidad de movilización.
En Marruecos se producen con frecuencia, desde hace años, protestas sociales, pero hay que remontarse a los tiempos del rey Hassan II, que falleció en 1999, para recordar una movilización tan marcadamente política y coordinada entre al menos dos decenas de ciudades.