Lucha contra el coronel
El líder del Consejo Nacional de los sublevados pide ayuda a Cameron para luchar contra las tropas de Gadafi
LOURDES GÓMEZ | LONDRES.
El presidente del Consejo Nacional Libio, Mustafá Abdel Jalil, agradeció ayer en Londres la invitación del Gobierno británico para establecer una delegación en Reino Unido pero advirtió de que los rebeldes requieren armamento en su lucha contra el coronel Muamar Gadafi. «Necesitamos armas ligeras, que no son equiparables con la maquinaria asesina de Gadafi, pero con el coraje de los revolucionarios libios podemos inclinar la balanza. Nos enfrentamos a las armas pesadas de Gadafi y necesitamos armamento letal», demandó en una conferencia de prensa.
La visita de Jalil a Londres, donde fue recibido por el primer ministro y otros miembros del gabinete de coalición, coincidió con un nuevo gesto de apoyo británico a la revuelta libia. David Cameron describió al Consejo rebelde como el «socio fundamental de Reino Unido» en Libia y resaltó que «Gadafi no puede participar en la transición política» que ha de producirse en el país árabe. «Me impresiona la determinación y valentía con que Jalil y sus representantes se han alzado contra un tirano que está matando a gente inocente», resaltó Cameron tras su encuentro en Downing Street.
Londres se resiste a enviar armas a Libia pero ayer confirmó la entrega de una nueva partida de chalecos antibalas, uniformes y equipos de comunicación para facilitar la labor de la policía en las zonas controladas por las fuerzas rebeldes. Además, aumentará la presencia de «especialistas» británicos en Bengasi para reforzar el asesoramiento político y civil de los miembros del Consejo. Estos expertos no contribuirán, al menos de momento, en el adiestramiento militar de los sublevados ni dirigirán ataques contra las fuerzas de Gadafi.
«Liberación» de fondos
Jalil recordó su reciente pasado como ministro de Justicia del régimen y advirtió que «somos los primeros en sufrir la emigración ilegal». Asimismo, demandó ayuda en el control de las fronteras y la «liberación» de los activos financieros soberanos que han sido congelados por la comunidad internacional. «Nuestros recursos financieros, sin poder acceder a los activos congelados, no nos permiten hacer mucho en el complejo problema de los refugiados», señaló.
La conferencia de prensa, que tuvo lugar en un salón del Foreign Office sin la presencia de ningún ministro británico, tomó un giro inesperado cuando surgió una cuestión sobre la posible división política de Libia. «No acepto esta pregunta de un corresponsal árabe», dijo a su interlocutor, un periodista de la BBC. «Es una pregunta provocadora», añadió en un tono áspero, quizá exagerado en la traducción simultánea al inglés. «Somos una nación y perseguimos crear un Estado libre y democrático con la capital en Trípoli», puntualizó el exministro de Muamar Gadafi.
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