Los enjambres de langostas del desierto amenazan los pastizales y las tierras de cultivo en Níger y Malí, denunció este miércoles en Roma la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), que trabaja con ambos países para luchar contra esta plaga.
A finales de marzo, la FAO advirtió que enjambres de esos insectos procedentes de Argelia y Libia podrían llegar a Níger y Malí en junio.
Las infestaciones de langosta fueron señaladas por primera vez en enero de 2012 en el suroeste de Libia, -cerca de la localidad de Ghat-, y en el sudeste de Argelia.
"La persistencia de las lluvias y el consiguiente crecimiento de la vegetación llevaron a la formación de enjambres a mediados de mayo. Las operaciones de vigilancia y control se vieron obstaculizadas por la inseguridad a ambos lados de la frontera en Argelia y Libia. En consecuencia, los grupos y enjambres que no pudieron ser combatidos emigraron a través del Sahara a Malí y Níger", explicó en un comunicado la entidad de Naciones Unidas.
"En ese momento los enjambres se podrían desplazar hacia Mauritania, Argelia, Libia e incluso hacia el sur de Marruecos, amenazando también los cultivos durante la temporada de recolección en la región del Sahel de África Occidental", advirtió la FAO.
Los equipos sobre el terreno movilizados en Níger han tratado 1.200 hectáreas contra la plaga desde el 5 de junio.
La FAO ha hecho un llamamiento para obtener 10 millones de dólares para mantener y ampliar sus operaciones en esos países.
Hasta ahora, Francia se ha comprometido a entregar 850.000 euros y se está tratando con otros cuatro donantes para obtener otros 4 millones de dólares. Una cifra adicional de 2,8 millones de dólares en fondos de emergencia ha sido prometida por los donantes bilaterales para hacer frente a la amenaza actual, precisa la entidad.
A pesar de que Níger, Malí y otros países del Sahel cuentan con equipos entrenados en la vigilancia y lucha contra la langosta, esta emergencia requiere financiación para ampliar su capacidad de respuesta a gran escala, precisa la FAO.
"La falta de equipamiento es especialmente grave en Malí, donde más de 30 camiones y otro material para combatir la langosta fueron robados recientemente en la región norte del país", observó la entidad internacional.
Vía | AFP