La Vanguardia, 4 de Agosto- Cerca de 12 millones y medio de ciudadanos kenianos están llamados hoy a las urnas para votar en un referéndum que decidirá si se adopta o no una nueva constitución que podría modernizar el país, según expertos internacionales.
Los especialistas afirman que la Carta Magna actual de Kenia, que data de 1963, cuando el país se independizó del Reino Unido, necesita ser actualizada porque fue redactada en un momento en el que existía un solo partido político, concede excesivos poderes al presidente y no considera el puesto de primer ministro.
La nueva Constitución consolidaría los puestos de presidente y primer ministro, introduciría una cámara alta, el Senado, y devolvería poderes a las diferentes regiones y distritos de Kenia.
Se espera que la mayoría de los ciudadanos del país que están llamados a las urnas voten la aprobación de este nuevo texto, puesto que las dos máximas figuras políticas de Kenia, el presidente, Mwai Kibaki y el primer ministro, Raila Odinga, han hecho campaña por el ‘Sí’.
Por su parte, el ministro de Educación Superior, William Ruto, y el ex presidente Daniel Arap Moi han sido los máximos defensores del ‘No’, quienes alegan que la nueva constitución podría permitir a las autoridades desposeer de sus tierras a los propietarios, un asunto tradicionalmente polémico en el país.
Grupos cristianos también rechazan el nuevo texto, porque permitiría el aborto cuando peligre la vida de la madre y porque reconoce los tribunales islámicos "kadhi", que la importante minoría musulmana de Kenia utiliza para resolver asuntos matrimoniales y de herencias.
Este referéndum es el primer proceso electoral nacional tras la violencia que siguió a los comicios presidenciales de diciembre de 2007, cuando Odinga acusó a Kibaki de haberlos manipulado para mantener la Presidencia.
El enfrentamiento de los políticos provocó una ola de violencia étnica y política en la que murieron unas 1.300 personas y más de 300.000 resultaron desplazadas, según cifras oficiales. La crisis finalizó cuando los dos rivales firmaron un acuerdo para formar un Gobierno de coalición y llevar a cabo en una serie de reformas, incluida la redacción de una nueva Constitución.
Con el objetivo de garantizar la seguridad en el referéndum de mañana, habrá al menos dos oficiales de policía en cada uno de los 27.689 colegios electorales, que permanecerán abiertos desde las 06.00 (03.00 GMT) hasta las 17.00 (14.00 GMT).
En total, casi 73.000 miembros de las fuerzas de seguridad han sido distribuidos por todo el país, y 1.234 observadores electorales vigilarán la legalidad del proceso, de los cuales unos 200 han sido enviados por organismos internacionales, según informó hoy la Comisión Electoral.
La ley obliga a la comisión a publicar los resultados definitivos en un máximo de 48 horas tras el cierre de los colegios, aunque el presidente de la comisión electoral, Ahmad Issack Hassan aseguró a la prensa que se espera "poder publicar los resultados en 12 horas".