El Ejército de Bahréin aplasta la revuelta chií en Manama

Cuatro muertos y más de cincuenta heridos en el desalojo de la plaza donde los manifestantes acampaban desde el inicio de las protestas hace tres días

La revuelta de los chiíes en Bahréin, inspirada en las protestas de Egipto y Túnez, amenaza con desembocar en un baño de sangre. La policía bahreiní, apoyada por tanques y vehículos pesados, ha irrumpido sin aviso previo esta pasada madrugada en la plaza de la Perla, en el centro de Manama, la capital del emirato, para desalojar con gases lacrimógenos y pelotas de goma a los miles de manifestantes, muchos de ellos mujeres y niños, acampados en ese lugar desde hace tres días para reclamar reformas políticas y un trato de igualdad respecto a la minoría suní gobernante.
Al menos cuatro manifestantes han muerto, según fuentes médicas consultadas por AP, en los choques con las fuerzas de seguridad, que han desplegado varias decenas de tanques en las calles de Manama para reprimir la protesta. "Estoy herido, estoy sangrando, nos están matando", ha denunciado un manifestante en conversación telefónica con la agencia Reuters. "Han entrado en la plaza donde centenares de personas pasan la noche en sus tiendas de campaña", ha dicho otro testigo a France Presse. La carga y las sirenas de ambulancias se ha escuchado desde decenas de metros de la plaza, cuyo acceso ha sido bloqueado.
Los datos que llegan desde el lugar símbolo de la revuelta siguen siendo confusos. Las agencias califican lo que allí ha sucedido de batalla campal. Las imágenes que está ofreciendo esta mañana el canal catarí Al Yazira muestran tiendas de campaña abandonadas, mantas y ropa desperdigadas por el suelo y restos de comida y basura. El humo y el olor dejado por los gases lacrimógeos empleados por la policía siguen en el aire, según cuenta Reuters. La plaza se ha despertado prácticamente vacía de manifestantes, con soldados armados patrullando la zona mientras los helicópteros sobrevuelan la plaza y unos cincuenta coches patrulla controlan las principales vías de la capital.
"Yo estaba allí…los hombres huían, pero las mujeres y niños no pueden correr con tanta facilidad", ha explicado Ibrahim Mattar, un diputado de Al-Wefaq, el principal partido opositor chií . "Hay dos muertos confirmados", ha añadido. "Muchos más están heridos críticos". Este partido reclamó ayer una nueva Constitución para hacer realidad las reformas democráticas que exigen la mayoría de bahreiníes. Mientras, el Ministro del Interior del reino ha confirmado a través de un mensaje en Twitter que las fuerzas de seguridad han "despejado la plaza de la Perla" de manifestantes.

Seis muertos en cuatro días de protesta
Los cuatro muertos provocados en los nuevos disturbios, se suman a las dos víctimas del martes, y unos cincuenta heridos. El jefe de la oposición chií ha asegurado que este ataque tendrá consecuencias: "Ha sido una decisión errónea que tendrá repercusiones catastróficas para la estabilidad de Bahréin", ha asegurado Ali Salmane.
El corresponsal estadounidense de la cadena televisiva ABC, Miguel Márquez, ha sido atacado durante la represión policial. La cadena ha colgado en su web un reportaje de radio de Márquez que, jadeando y con tono de alerta, describía en directo y con detalles el choque entre la policía y los manifestantes.
"Acabo de ser atacado por un grupo de matones. Estoy en una plaza cerca de nuestro hotel, donde la gente se esconde con miedo en los edificios". "Esta gente no está bromeando… van a despejar la plaza para impedir más protestas el viernes. El Gobierno claramente no quiere que esto aumente", explica Márquez. Márquez es el segundo periodista en días recientes en ser atacado durante la cobertura de las protestas en el mundo árabe después de que ayer se conociera que una periodista de la CBS fue agredida tras el anuncio de Mubarak de abandonar el poder en Egipto.

El espejo de Egipto
Miles de bahreiníes se manifestaron durante el día de ayer por tercer día consecutivo para reclamar reformas políticas. Animados por las recientes revueltas en Egipto y Túnez, los chiíes, que constituyen la mayoría de la población autóctona de Bahréin, reclaman una monarquía constitucional que garantice sus derechos en igualdad con los de la minoría suní gobernante. La oposición ha convocado nuevas protestas para el viernes y el sábado.
La muerte de dos jóvenes chiíes en enfrentamientos con la policía en menos de dos días ha enardecido a los manifestantes, que exigen el cese del primer ministro, el jeque Khalifa bin Salman al Khalifa. El jeque Khalifa, tío del rey, lleva al frente del Gobierno desde la salida de los británicos en 1971. Por ahora, no parecen apuntar más arriba. No obstante, durante el entierro de Ali Fadhel al Matruk, el segundo de los jóvenes fallecidos, se oyeron gritos de "el pueblo quiere la caída del régimen".
Ahora los manifestantes se esfuerzan por dejar claro que no tienen ningún motivo sectario y que el vecino Irán no está involucrado. El líder de la oposición chií, el jeque Ali Salmán, aseguró durante una conferencia de prensa que no quieren ni la caída del régimen ni la instauración de un Estado religioso como el iraní. Su aspiración, dijo, es "un Estado democrático, una monarquía constitucional, en la que el Gobierno sea elegido por el pueblo". La Casa Blanca pidió a las autoridades que respeten el derecho de manifestación, informa France Presse.

 

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