Un nuevo ataque en el este de Kenia se saldó con dos muertos cerca de una iglesia, en el último episodio de una serie de actos violentos en territorio keniano desde que las fuerzas de Nairobi entraron en guerra el 16 de octubre contra los islamistas shebab en la vecina Somalia.
Las dos personas murieron en un ataque con granada cerca de una iglesia en Gariusa, en el este de Kenia, poblado mayoritariamente por musulmanes, y varias resultaron heridas, contaron este domingo varios testigos, que informaron del hallazgo de tres artefactos, dos de los cuales no estallaron.
El ataque ocurrió el sábado a medianoche, afirmaron los habitantes.
"Atacaron a la gente que vive en el recinto de la iglesia", precisó un miembro de la congregación de la iglesia pentecostal de África del Este. "Dos personas murieron y las otras fueron trasladadas al hospital", añadió.
"Justo antes de que se lanzaran las granadas, la gente oyó a tres o cuatro personas gritar ‘¡Dejad de beber!’, pero no bebemos en la iglesia", recalcó este miembro de la congregación que pidió el anonimato.
"Una segunda granada fue lanzada contra el guarda de la entrada, pero no estalló, y se encontró un tercer artefacto, una bomba, frente a la entrada del campamento militar en el centro de la ciudad. La bomba fue desactivada por los militares", declaró.
Un portavoz de la policía, Charles Owino, consultado por la AFP, no ha dado precisiones sobre los autores del atentado.
El domingo, un niño resultó herido por la explosión de un artefacto detonado por control remoto contra un vehículo militar en Mandera, ciudad situada en el extremo nordeste de Kenia, en la frontera con Somalia.
Vía | AFP