El alto comisionado de la ONU para los Refugiados, Antonio Guterres, hizo hoy un llamamiento para que se resuelva de forma urgente la crisis política en Costa de Marfil, que ha provocado ya la huida del país de 35.000 refugiados.
"El bloqueo político se está enraizando, lo que agrava la situación humana, La población tiene mucho miedo", dijo Guterres, en un comunicado, en el que pidió el fin del estancamiento político que genera cada vez más tensiones y violencia.
Además de 35.000 refugiados que ACNUR tiene registrados en la vecina Liberia y que huyeron de la creciente inestabilidad, el organismo tiene apuntados a otros 35.000 desplazados internos en el oeste de Costa de Marfil, que necesitan desesperadamente asistencia básica.
"Si la situación sigue deteriorándose, nos arriesgamos a vernos ante un desplazamiento masivo de marfileños", indicó Guterres.
Y añadió que la situación podría igualmente tener consecuencias muy negativas para la vecina Liberia, un país que apenas ha superado los efectos de su guerra civil, así como para otros países de la región.
"Dadas las circunstancias, rindo homenaje a Liberia por su política de puertas abiertas y a la población liberiana que ha compartido generosamente sus escasos recursos", señaló el alto comisionado.
Por todo ello, pidió "una acción política internacional urgente" que permita a Costa de Marfil salir de la crisis política debida a la negativa del presidente saliente, Laurent Gbagbo, a entregar el poder a su sucesor electo en los comicios del pasado noviembre, Alassane Ouattara, reconocido por la comunidad internacional.