Como homenaje a los orígenes de su novia, un hotel de Durban acogerá una celebración
Poco a poco se van conociendo más detalles de la próxima boda real que tienen en sus agendas las casas reinantes y no reinantes del mundo. Tras el enlace de los duques de Cambridge, el príncipe Alberto de Mónaco contraerá matrimonio con la nadadora sudafricana Charlene Wittstock.
Como detalle al origen de su futura esposa, el príncipe reinante ha decidido celebrar una fiesta para 200 personas en un lujoso hotel de Durban, en el este del país. El evento tendrá lugar cinco días después de la celebración religiosa, según adelantó el diario sudafricano Times.
La fiesta pretende ser una extensión de la boda para aquellas personas que no puedan asistir al enlace religioso, que celebrará el día 2, mientras que la boda civil será un día antes.
La fiesta de los recién casados tendrá lugar en el hotel Oyster Box, que se encuentra reservado en su totalidad para la celebración, dijo el director del establecimiento, Wayne Coetser, al diario.
El príncipe Alberto de Mónaco se comprometió con la bella sudafricana Charlene Wittstock el pasado mes 23 de junio, de la que le separan 20 años de diferencia. En un principio, señalaron que el enlace se celebraría el 8 y 9 de julio pero compromisos de Alberto de Mónaco con el Comité Olímpico Internacional obligaron a los enamorados a adelantar la fecha una semana.
Una de las grandes dudas respecto a los invitados es si en la exclusiva lista estarán incluidos los hijos que Alberto de Mónaco tuvo antes de comprometerse con Charlene. Jasmiz Grace y Alexander Eric Sthepane son los vástagos del príncipe pero están fuera de la línea de sucesión del principado porque las leyes de Mónaco impiden que los hijos fuera del matrimonio puedan ser herededos.
Entre los monegascos la llegada de Charlene Wittstock a palacio ha sido bien recibida y son muchos los que comparan su elegancia con la que destilaba la madre de Alberto, Grace Kelly.
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