Marruecos rinde el motín salafista

REVUELTA

Los trescientos reclusos sublevados de la cárcel de Salé aceptan su dispersión tras la promesa de no ser castigados

 

Tras más de veinticuatro horas de motín, los trescientos presos salafistas de la cárcel marroquí de Salé pusieron ayer fin a su revuelta, después de aceptar ser dispersados por diferentes centros penitenciarios del país norteafricano. El levantamiento se ha saldado con decenas de heridos por ambas partes, que fueron alcanzados por piedras, palos, balas de caucho o gases lacrimógenos.

Cientos de agentes antidisturbios de varias fuerzas, así como unidades de lucha antiterrorista, fueron desplegados en la noche del lunes para intentar sofocar el levantamiento, apoyados por camiones blindados equipados con cañones de agua y medio centenar de vehículos de las fuerzas auxiliares. Sin embargo, los uniformados no consiguieron desalojar a los presos de la azotea en la que se habían refugiado. La batalla continuó hasta primera hora de la mañana de ayer. Desde fuera del centro, decenas de familiares y amigos de los prisioneros siguieron con angustia y entre gritos de «Allahu akbar» (Dios es el más grande), las detonaciones de las cápsulas de gases lacrimógenos y de las pelotas de goma.

«No ha parado en toda la noche. Creemos que hay un preso muerto», aseguró a este diario Jessica Zanchi, esposa de uno de los islamistas sublevados encerrados en la cárcel de Salé, ciudad gemela de Rabat. La información sobre posibles víctimas mortales no pudo ser confirmada. La agencia oficial de noticias MAP informó ayer que los presos habían secuestrado a cinco funcionarios del centro y que habían herido con barras de hierro y piedras a varios agentes, algunos de los cuales tuvieron que ser hospitalizados. Del otro bando, fuentes de la Coordinadora de Expresos Islamistas señalaron que habría al menos cuarenta reos contusionados.

Los amotinados comenzaron a última hora de la mañana de ayer a bajar del terrado, después de que un alto responsable de la Gendarmería Real les garantizase que no serían penalizados por el motín, según manifestó el presidente del foro islamista Karama, Mokhamed Hakiki, a Efe.
 

Largas negociaciones
Varios intentos de negociación se sucedieron a lo largo de la tarde y la noche del lunes, liderados por el máximo responsable de la política penitenciaria en Marruecos, Hafid Benhachem. Pero todos ellos fracasaron ya que, al parecer, los presos no estaban dispuestos a aceptar una rendición sin negociar primero su posible dispersión por varios centros. El motín comenzó en la mañana del lunes, cuando los cerca de tres centenares de internos salafistas se negaron a ser trasladados a diferentes penitenciarías. Los islamistas consideran que, de esta forma, podrían perder los derechos que han conseguido como grupo.
Muchos de los reclusos de Salé fueron detenidos tras los atentados de Casablanca de 2003 y de 2007, cuando se produjeron redadas masivas entre los grupos islamistas. Asociaciones como Ennasir, que apoya a este colectivo, aseguran que se produjeron detenciones arbitrarias, y que muchos inocentes fueron a parar a la cárcel después de pasar por juicios injustos y precipitados.

El pasado 14 de abril, el rey Mohamed VI indultó a más de 190 presos políticos, la mayor parte de ellos islamistas y se espera un nuevo acto de gracia en julio, coincidiendo con el aniversario de su coronación.
 

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *