Laurent Gbagbo está acorralado. El expresidente de Costa de Marfil, que se niega a reconocer los resultados electorales de noviembre pasado, está negociando su rendición. El acecho de las tropas de la ONU y Francia , que apoyan al mandatario electo, Alassane Ouattara, han conseguido que las fuerzas de Gbagbo hayan pedido a la misión de Naciones Unidas un alto el fuego.
Varios generales, entre ellos el jefe del Estado mayor, han dado la orden del cese de los combates. La ONU, por su parte, ha ordenado a sus tropas que reciban las armas (de los efectivos de Gbagbo) y ofrecer protección a los miembros que queden desarmados". París ha informado que tanto el ministro de Exteriores de Gbagbo y su jefe del Estado Mayor se encuentran refugiados en la Embajada francesa.
Las fuerzas de Ouattara se hicieron esta pasada noche con el control de la residencia de Gbagbo, en Abiyán, después de un día de fuertes combates, según declaró a la BBC un portavoz opositor, Patrick Achi. Esta mañana se oyeron más disparos de armamento pesado en el barrio de Plateau, donde se encuentra la residencia.
En un primer momento se desconocía si Gbagbo se encontraba dentro, pero, según Achi, algunas personas le han visto dentro de la residencia y aún lo están buscando. A la pregunta de qué le sucedería a Gbagbo en caso de ser capturado, el portavoz se limitó a precisar que sería detenido y entregado a la justicia.
Gobierno de unidad nacional
Mientras la calma parece que vuelve a las calles de Costa de Marfil, dos generales del presidente saliente negocian con Francia las condiciones de la rendición de Gbagbo. El titular de Exteriores francés, Alain Juppé, se ha mostrado optimista y asegura que su país está "a dos dedos" de convencer al exmandatario de que abandone el poder.
En el mismo sentido se ha expresado el titular de Defensa. Gérard Longuet asegura que la situación crítica que vive el país se resolverá "en las próximas horas". Longuet justificó además la intervención de Francia en el conflicto aduciendo que la capital marfileña se podría haber convertido en "un apocalipsis" en caso de no haber evitado los ataques contra la población.
Por otro lado, el primer ministro francés, François Fillon, ha informado de que junto al propio Sarkozy y Juppé han mantenido una reunión con Ouattara a quien expresaron la voluntad de Francia de "contribuir a la construcción de un Gobierno de unidad nacional para asegurar la reconciliación de todos los marfileños".
Situación de caos
"Hay explosiones continuas por toda la ciudad; los hospitales están cerrados, no se pueden trasladar enfermos porque si las ambulancias se atreven a salir son tiroteadas; los servicios públicos no funcionan, por lo que hay decenas de cadáveres en las calles que nadie recoge".
Las agencias humanitarias de la ONU han denunciado que Abiyán se encuentra en una situación de caos. "El acceso a la población es imposible. Los trabajadores humanitarios también deben quedarse encerrados en sus casas por motivos de seguridad, pedimos a las partes implicadas que por favor protejan a los ciudadanos", pidió Byrs, Elisabeth Byrs, portavoz de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de Naciones Unidas (OCHA).
La guerra civil de Costa de Marfil ha provocado más de un millón de desplazados internos y centenas de miles de refugiados, además de centenas de muertos. La OCHA han descrito varios casos extremos como el hacinamiento de 3.000 malienses que, huyendo de los combates, se han refugiado en el recinto de su embajada en Abiyán.