Fuerzas leales al dictador expulsan a los insurgentes de Marsa el Brega.-Líderes rebeldes de Bengasi y Misrata reclaman a la comunidad internacional el establecimiento de una zona de exclusión aérea y el suministro de armas para derrocar al régimen
Fuerzas leales al dictador libio Muamar el Gadadfi han lanzado este miércoles una ofensiva para recuperar varias ciudades del este del país magrebí, una zona donde la insurgencia mantiene el control desde el inicio de las revueltas contra el régimen, hace ahora dos semanas. Según informa la cadena catarí Al Yazira, los militares han entrado en la población de Marsa el Brega y han expulsado a los rebeldes de ese enclave. Al Arabiya añade que el aeropuerto de Brega también está controlado por las fuerzas del régimen. El canal árabe informa ademas que aviones de guerra han bombardeado la vecina Ajdabiyah, una ciudad ubicada en la misma zona donde los rebeldes controlan una importante base militar y valiosos depósitos de armas.
El movimiento rebelde que lucha por derrocar a Gadafi empieza a mostrar signos de impaciencia ante una situación que amenaza con enquistarse. El dictador continúa parapetado junto a sus fieles en Trípoli y los insurgentes, aunque mantienen el control pleno del este del país y están cada vez más cerca de conseguirlo en el oeste, consideran una gesta casi imposible asaltar la capital libia sin el concurso de la comunidad internacional.
Varios líderes rebeles han realizado llamamientos para que se materialice una intervención militar exterior que allane el camino hacia la victoria de los sublevados, informa The Washington Post. Los insurgentes no quieren tropas extranjeras sobre el terreno, pero sí que están a favor del establecimiento de la zona de exclusión área que discuten en estos momentos Estados Unidos y sus socios europeos. Además, reclaman bombardeos selectivos para eliminar las defensas del régimen y el suministro de armas a las milicias rebeldes. Fuentes militares estadounidenses consultadas por el Post aseguran que no han recibido ninguna petición al respecto de los rebeldes.
Pero en la ciudad de Bengasi, epicentro del levantamiento, algunos de los miembros que forman el consejo revolucionario que gobierna la ciudad han asegurado que preparan una petición formal de ayuda que se podría hacer pública este mismo miércoles. Y en Misrata, a 200 kilómetros al este de Trípoli y que sufre el acoso continuado de las tropas del coronel libio, un portavoz del recién formado comité popular asegura que la población también quiere asistencia de las potencias occidentales para doblegar al régimen. "Una zona de exclusión aérea limitaría sus movimientos y su habilidad para mover mercenarios del sur al norte y de reclutarles de países subsaharianos", asegura un miembro del consejo de Misrata que ha preferido ser identificado por su nombre de guerra, Saadoun.
"Entregando equipamiento militar y armas a nuestro Ejército de liberación ayudaría a marchar sobre Trípoli", ha asegurado Saadoun en una entrevista telefónica. "Y queremos bombardeos selectivos contra objetivos militares del régimen para acabar rápido y no sacrificar más vidas inocentes en este baño de sangre".
EE UU y Reino Unido insisten en que el objetivo prioritario debe ser impedir que Gadafi siga utilizando sus aviones, un arma que los rebeldes no pueden contrarrestar y que podría llegar a liquidar el movimiento insurgente, informa Antonio Caño. Tal como dijo primero Obama y repitió ayer Clinton, la Administración norteamericana está considerando la declaración de una zona de exclusión aérea "de forma activa". Es decir, que Estados Unidos está actuando para hacerlo viable tanto en el frente diplomático como en el militar. Francia ya ha advertido de que no apoyará ninguna intervención en Libia sin mandato de la ONU.