Oficiales del Ejército en el noreste de Libia se unen a la «revolución»

revueltas en el mundo árabe

  • Militares del noreste del país se comprometen a trabajar para proteger la seguridad de las instalaciones públicas y privadas
  • La ONU condena la brutal represión desatada por Gadafi y pide al líder libio que proteja a los civiles y asuma responsabilidades por lo ocurrido
  • Los quince subrayan la necesidad de que los autores de los ataques sean llevados ante la justicia
  • El representante permanente adjunto de Libia, que se ha posicionado como opositor a Trípoli, cree que la declaración es un buen mensaje, aunque "no lo suficientemente fuerte"

Oficiales del Ejército libio de la zona de Al Yabal al Ajdar, en el noreste del país, han anunciado hoy que ya forman parte de la revolución del pueblo, en un vídeo difundido por los canales de televisión árabes Al Yazira y Al Arabia. "Nosotros los oficiales y los soldados de las fuerzas armadas en la dirección de la zona de Al Yabal al Ajdar anunciamos nuestra unión total a la revolución popular", ha dicho un portavoz militar de las Fuerzas Armadas libias en esa zona, cuyo nombre no ofrecen las cadenas.
El portavoz ha anunciado, además, el compromiso de esos militares en trabajar para proteger la seguridad de las instalaciones públicas y privadas en la zona. Además, ha asegurado que las Fuerzas Armadas en Al Yabal al Ajdar, cuya capital es al Baida, están bajo el dominio del pueblo.
Fuentes citadas ayer por la cadena qatarí Al Yazira hablaban ya de que los opositores al régimen se habían hecho con el control de Al Baida, situada entre Bengasi y la frontera con Egipto. Por su parte, el responsable de relaciones generales del Ministerio de Interior libio, Naji Abu Hrus, advirtió de que en Al Baida se había proclamado la creación de "un emirato islámico".
En las últimas horas, por lo menos ocho embajadores libios y otros diplomáticos de alto nivel han renunciado a sus cargos disconformes con la represión de las protestas populares contra el régimen del líder libio Muamar el Gadafi, según Al Yazira. Asimismo, el ministro de Interior libio y general del Ejército, Abdul Fatah Yunis, anunció ayer su dimisión e instó a las fuerzas armadas a unirse al pueblo en su lucha por sus legítimas demandas, según la cadena qatarí.
La ONU pide responsabilidades
El Consejo de Seguridad de la ONU ha condenado los actos de violencia contra la población libia por parte del régimen de su gobernante, Muamar Gadafi, a quien le pide que asuma responsabilidades por lo ocurrido y cumpla con la obligación de proteger a los civiles. El máximo órgano de decisiones de la ONU está muy "preocupado por la situación en Libia y condena firmemente los actos de violencia allí ocurridos", ha señalado la presidenta de turno del Consejo, la embajadora de Brasil, Maria Luiza Ribeiro Viotti.
Los quince miembros del Consejo, que se han reunido en dos ocasiones, han adoptado por unanimidad una condena de la represión en el país magrebí, al tiempo que instan al Gobierno libio a poner fin inmediato a esos actos de violencia y a respetar los derechos humanos, así como la libertad de información y asociación. "Es una condena extremadamente firme y en la que hablamos con una voz única", ha manifestado al término de la reunión del Consejo el embajador británico, Mark Lyall Grant.
Por su parte, el representante permanente adjunto de Libia, Ibrahim Dabbashi, que claramente se ha posicionado como opositor al gobierno de Trípoli, ha señalado que la declaración del Consejo "no es lo suficientemente fuerte, aunque sí en un buen mensaje al régimen libio para que pare el derramamiento de sangre". Dabbashi ha resaltado que aparentemente "han comenzado los ataques (de las fuerzas del régimen contra la población) en el oeste del país" y que "algunas unidades militares" se han unido a los opositores. "Espero que esa información que tengo no sea exacta, porque si lo fuera, el genocidio habría empezado en Libia", ha agregado.
El Consejo, según la declaración emitida, "condena la violencia y el uso de la fuerza contra los civiles, deplora la presión contra los manifestantes pacíficos y lamenta la muerte de cientos de civiles". En ese sentido, los quince subrayan "la necesidad de que los responsables de los ataques a los civiles sean llevados ante la justicia", al tiempo que expresan su preocupación por la seguridad de los extranjeros que aún están en Libia.
 

Indignación por el discurso de Gadafi
Durante la reunión del máximo órgano de seguridad de la institución ha intervenido el subsecretario de la ONU para Asuntos Políticos, Lynn Pascoe, quien ha sido crítico con el último discurso de Gadafi, en el que aseguró que "no dejará el poder" e hizo un llamamiento a sus partidarios para que saliesen a la calle "a proteger la revolución". Pascoe, que considera que "incitar a la población a ir contra sí misma, particularmente si son manifestantes pacíficos, es algo peligroso y malo", ha subrayado la preocupación de la ONU por "las amenazas de represalias en el discurso" del dictador libio.
Respecto a la cifra de muertos que se habrían producido como consecuencia de la violenta represalia ejercida por Gadafi el lunes contra los manifestantes, Pascoe ha indicado que la ONU, por el momento, "no está en posición de confirmar el numero de víctimas porque no tenemos toda la información". "Lo que sabemos seguro es que se han visto muchos aviones sobrevolando el cielo, helicópteros, tanques, que se han producido disparos y que hay francotiradores", ha agregado Pascoe, que ha estimado que las víctimas podrían ir "de 200 a 800".
 

El régimen libio admite 300 muertos
La violencia de la represión de Gadafi contra la población civil, que ha incluido el bombardeo y disparos desde helicópteros y aviones militares por parte de las fuerzas aéreas, ha ocasionado al menos 400 muertos, según diversas organizaciones humanitarias, y ha causado la indignación y condena de la comunidad internacional.
El régimen libio ha reconocido por primera vez que en los enfrentamientos de los últimos días ha habido 300 muertos, de los que 242 son civiles y 58 militares, y que las víctimas se han contabilizado en Bengasi, la segunda ciudad el país, en Al Baida y en Derna.
Las protestas en contra del dictador libio, reclamando su salida del poder, reformas democráticas y mejoras sociales comenzaron en Libia el pasado 17 de febrero, al igual que antes ocurrió en Túnez, Egipto, Irán, Yemén, Argelia, Marruecos y Bahréin, entre otros países árabes.

 

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