Europa Press, 18 de Noviembre- El cónsul general de Rusia en Nueva York, Andrei Yushmanov, declaró este jueves que las autoridades estadounidenses han presionado al supuesto traficante de armas Viktor Bout a admitir su culpabilidad durante su vuelo de extradición a cambio de obtener beneficios sin especificar.
Bout, ex oficial de las fuerzas aéreas soviéticas que podría enfrentarse a cadena perpetua si es condenado por terrorismo y tráfico de armas, rechazó la oferta, según el cónsul ruso.
Bout fue extraditado el martes desde Tailandia a Nueva York, convirtiéndose en un foco de tensiones entre Estados Unidos y Rusia desde su arresto en marzo de 2008 en una operación dirigida por los norteamericanos.
"Se le ha presionado durante el traslado. En palabras de Viktor Bout, intentaron ‘persuadirle’ de que admitiera cosas que no había hecho, prometiéndole ciertas ventajas", explicó Yushmanov. "Viktor Anatolyevich rechazó estos esfuerzos", añadió, refiriéndose a él por su patronímico.
Bout, de 43 años, se enfrenta a cuatro cargos de conspiración por tráfico de armas desde la década de los 90 con dictadores y zonas conflictivas en África, Sudamérica, y Oriente Próximo.
La extradición de Bout es una victoria de la legislación estadounidense y de la Administración del presidente Barack Obama. Sin embargo, puede afectar a los avances conseguidos en las relaciones entre Estados Unidos y Rusia desde que Obama accedió al poder.
Rusia calificó su extradición de "ilegal" y acusó a las autoridades tailandesas de claudicar ante las presiones de Estados Unidos. Mientras Bout recibe el sobrenomebre de ‘mercader de la muerte’ en Occidente, las autoridades rusas se refieren a él como un hombre de negocios.
Fue arrestado en Tailandia poco después de aterrizar desde Moscú, donde ha vivido durante años sin ninguna interferencia por parte de las autoridades rusas, lo que ha molestado a Washington y ha aumentado las especulaciones de que ha recibido protección del Estado.
Un juez ordenó el miércoles el encarcelamiento de Bout sin fianza. Se enfrentará a la corte federal de Manhattan el próximo 10 de enero. Se le ha asignado un abogado de oficio, aunque Yushmanov dijo que Rusia podría proporcionarle un defensor "si fuera necesario".