El Correo, 11 de Noviembre- La crisis ha endurecido la postura de la sociedad vasca respecto a los inmigrantes. Si bien es cierto que la convivencia con las personas extranjeras no está entre sus principales preocupaciones -paro, vivienda…-, los ciudadanos de Euskadi se muestran cada vez más críticos, más restrictivos y menos tolerantes con los que llegan de otros países, según pone de manifiesto el último informe anual realizado por el Observatorio Vasco de Inmigración, Ikuspegi. Uno de los aspectos que ha empeorado considerablemente en sólo un año es la percepción de que la presencia de extranjeros es un factor generador de delincuencia: un 61,4% de la población está convencido de que la inmigración afecta negativamente a la seguridad ciudadana, diez puntos más que en 2009.
Los autores de informe, los sociólogos Xabier Aierdi y José Antonio Oleaga, consideran «especialmente preocupante» esta mayor vinculación entre inmigración y delincuencia que revela el sondeo, confeccionado en base a 1.200 encuestas domiciliarias realizadas en mayo en 29 municipios (6 alaveses, 11 guipuzcoanos y 12 vizcaínos). De entrada, los vascos consultados «no viven la inmigración como un problema», aunque esta sensación está cambiando: mientras hace dos años apenas el 7% de la muestra veía la llegada de extranjeros como una fuente de conflicto, ahora es ya un 15% el porcentaje que lo sitúa entre sus principales preocupaciones.
Por abrumadora mayoría, el paro (82,4%) es la cuestión que más quita el sueño a los ciudadanos vascos, seguida de cuestiones de índole económica (34,6%), el problema de la vivienda (21%) o el terrorismo etarra (20,9%). La recesión económica es la principal culpable de que se hayan intensificado los prejuicios y los sentimientos de rechazo hacia los inmigrantes, una tendencia que comenzó a apuntarse en los albores de la crisis y que aumenta cada año: así, el 65% de los encuestados cree que los inmigrantes se benefician excesivamente de la Renta Básica, casi cinco puntos más que en 2008 y ocho más que en 2007. Asimismo, un 42% está convencido de que pagan menos impuestos y otro 55% que generan inseguridad y delincuencia, prejuicios que han calado hondo entre la sociedad pese a que «no tienen ningún fundamento real», como recalcan Aierdi y Oleaga. «Persiste el estereotipo de que los inmigrantes ordeñan la vaca del bienestar vasco, cuando los datos objetivos dicen que no es así. No es cierto que reciban un trato fiscal de favor, mientras que las tasas de delincuencia son similares a las de hace una década», apuntaron.
Respecto al impacto en la economía, seis de cada diez vascos ven en el inmigrante un competidor que contribuye a incrementar las tasas de paro entre los empleados autóctonos, si bien un amplio porcentaje (45%) reconoce que son necesarios para trabajar en algunos sectores. De hecho, el contrato de trabajo se confirma como «una garantía suficiente para buena parte de la sociedad, porque elimina recelos y la incertidumbre social». Para más de la mitad de la población, el hecho de quedarse en el paro debería ser causa de expulsión fulminante del inmigrante fuera de nuestras fronteras.
Derechos gratuitos
Otro rasgo de la actitud que muestran los vascos hacia el extranjero es su ambivalencia entre posturas «solidarias y tolerantes» y otras tendencias «más restrictivas» que se están agudizando en los últimos años. Por ejemplo, la mayoría de los encuestados no discute que todos los inmigrantes, independientemente de si tienen o no papeles, deban tener acceso gratuito a la asistencia sanitaria (70%) o a la educación (63%). De hecho, el porcentaje de partidarios de universalizar ambos derechos ha crecido en más de 3,5 puntos respecto al año pasado. Por el contrario, ha descendido un 7% el número de personas conformes con conceder ayudas sociales a todos los inmigrantes, una posibilidad que sólo comparte el 22% de la muestra. En el caso del acceso a las viviendas de VPO, casi el 60% cree que deberían concederse a personas con permiso de residencia y un 20%, a ningún inmigrante.
www.elcorreo.com/vizcaya/v/20101111/pvasco-espana/crecen-prejuicios-contra-inmigrantes-20101111.html