Afrol News, 13 de Noviembre- Un estudio realizado recientemente en 24 países africanos demuestra que el mal estado de las infraestructuras en África Subsahariana – electricidad, agua, carreteras, y TIC – reduce el crecimiento económico nacional en 2 puntos porcentuales cada año y reduce la productividad de las empresas hasta un 40 por ciento.
El estudio, "Infraestructuras en África: Tiempo para la Transformación" considera que África tiene la más débiles infraestructura en el mundo, pero, irónicamente, en algunos países africanos se paga el doble que en otros lugares del mundo por servicios básicos. El estudio también mantiene que las infraestructuras que funcionan bien son esenciales para el rendimiento económico de África y pueden conllevar importantes mejoras en la condición de vida de millones de africanos.
El informe, al que ha tenido acceso afrol News, estima que se necesitarán anualmente 93.000 millones de dólares durante la próxima década, más del doble de lo que se pensaba anteriormente. Casi la mitad de esta cantidad es necesaria para la que el continente haga frente a la crisis de suministro de energía que está obstaculizando actualmente el crecimiento de estos países.
El nuevo cálculo asciende a aproximadamente el 15 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) del continente, comparable a lo que China ha invertido en infraestructuras durante la última década.
El estudio también demuestra que el gasto actual en infraestructuras en África es mucho mayor de lo que se conoce: 45.000 millones al año. También sorprendente el hecho de que la mayoría de ello está financiado por los contribuyentes y consumidores de África.
Sin embargo, e incluso si se obtienen beneficios incluso mayores, todavía hay un déficit de financiación de 31.000 millones de dólares cada año, en su mayor parte en infraestructuras de energía y saneamiento en los países más frágiles, señala el estudio.
"Infraestructuras en África: Tiempo para la Transformación" se centra en cuatro sectores fundamentales – energía, agua, transporte y TIC – que apuntalan las economías nacionales, y son esenciales para reducir la pobreza en África. Dar prioridad a estos sectores, aumentar las inversiones y mejorar la eficiencia puede ayudar a los países africanos a evitar el empeoramiento de los efectos de la crisis financiera y comenzar a sentar las bases para el crecimiento futuro.
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