La Deuda Externa

LA DEUDA EXTERNA
(Una historia de 20 años).

Los movimientos contra la deuda externa se remontan a los años 80 cuando los dos continentes más castigados por el endeudamiento, América Latina y áfrica, principalmente, surgieron campañas de masas contra el pago de la deuda y la aplicación de los Programas de Ajuste Estructural del Banco Mundial (BM) y del Fondo Monetario Internacional (FMI). En agosto de 1982, el gobierno mexicano fue el primer país en declararse insolvente para pagar la deuda, en un contexto de crisis aguda. En esta situación pronto se generalizó a muchos otros países de la periferia en lo que se ha llamado la crisis de la deuda.
De 1980 a 1990 las revueltas populares contra las políticas de ajuste impuestas por el FMI y el BM se generalizaron en buena parte de los países del sur. En total se contabilizaron más de cincuenta alzamientos sociales en estos diez años que generaron miles de muertos en África, Asia y América Latina. Estos movimientos de resistencias en el sur inspiró muchas otras organizaciones del Norte.
A partir de 1996, y en los años posteriores, con la constitución de la campaña de Jubileo 2000 en >Gran Bretaña y su consiguiente expansión a otros países, el tema de la deuda adquirió una posición central en la dinámica de la movilización internacional a favor de la condonación de las deudas en los países del Sur. De este modo la cuestión de la deuda ganó relevancia en la agenda política de los países del G7 y de las Instituciones Financiaras Internacionales (IFI), así como en los medios de comunicación.
La extensión de la campaña de Jubileo 2000 a otros países y continentes se llevo a cabo a finales de los 90 de la mano, principalmente de organizaciones en países como Canadá, Guayana, México, Zambia… Éste también fue el caso de la Campaña Deuda Externa, ¿Deuda Eterna? Constituida en el año 1998 en el Estado Español. A partir del marco general común de exigir la condenación (el perdón), las demandas concretas podían variar en función de las organizaciones que impulsaban la campaña en cada país o región. En el Estado Español con la Red Ciudadana por la abolición de la Deuda Externa (RCADE), se empezó a fortalecer la corriente radical a favor de la cancelación total de la deuda.
A partir del año 2001, nuevas demandas tomaron fuerza entre las organizaciones contra la deuda, la apuesta por la creación de un Tribunal Internacional de Arbitraje, la realización de auditorías ciudadanas o la reclamación de la ilegitimidad de la deuda fueron iniciativas que empezaron a plantearse en las contracumbres y foros sociales. Cada una de estas demandas partía de un análisis político específico sobre las causas y las consecuencias del endeudamiento. Así, mientras la creación de un Tribunal de arbitraje no ponía en cuestión los cimientos del sistema capitalista, la demanda de ilegitimidad rechazaba de plano los mecanismos de endeudamiento y anteponía a estos la soberanía de los pueblos para negarse a pagar una deuda ilegitima e insostenible.
En lo que se refiere al pago de la deuda por parte de los países del Sur, según Éric Toussaint (1), la coyuntura actual es favorable para que los gobiernos de estos países modifiquen la situación y sea posible el desendeudamiento. Pero como señala Toussaint, los países que tienen en sus manos la posibilidad del cambio (China, Rusia, India, Brasil, Nigeria, Indonesia, México y Sudáfrica) no tienen la más mínima intención de llevar a cabo esta estrategia, ya que sus gobernantes son los primeros beneficiados por la implementación de las políticas neoliberales en sus países.
Como dice Esther Vivas en su libro En pie contra la deuda externa, “acabar con el yugo de la deuda externa, como instrumento de control y de dominación de los países periféricos y poner fin a la explotación de sus recursos naturales es hoy más urgente que nunca. Los países en desarrollo han reembolsado casi diez veces el monto de la deuda de 1980 y aún así se encuentran cinco veces más endeudados”. Como defiende el movimiento antideuda, debemos de exigir la ilegitimidad y la inmoralidad de estas deudas y abogar por el reconocimiento de una deuda ecológica, social e histórica del Norte respecto al Sur.

É. Toussaint Deuda: nuevos retos en www.cadtm.org/Deuda-Nuevos-retos
 

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