Rabat amenaza con revisar su relación con España

Público, 3 de Diciembre- La prudencia mantenida por el Gobierno de España con Marruecos tras el violentodesalojo del campamento Gdeim Izik (Sáhara Occidental) el 8 de noviembre y los asaltos a las casas de los saharauis por parte de colonos marroquíes en El Aaiún ha sido insuficiente. Rabat anunció ayer, a través del portavoz del Ejecutivo, Jalid Naciri, que "el momento actual necesita una revisión global de las relaciones con España, en todos los ámbitos".

Esta reacción se produjo horas después de que el Congreso aprobase por unanimidad una resolución sobre el Sáhara más contundente que las adoptadas en los últimos días en el Senado o en el Parlamento Europeo. Aunque no condena explícitamente la actuación de Marruecos, el documento pide al Gobierno español que exprese a las autoridades marroquíes su "preocupación" por las informaciones relativas a las "violaciones de derechos humanos" y le insta a promover "una investigación independiente a nivel internacional para esclarecer los hechos". El Parlamento reclama también que el Ejecutivo "intensifique y profundice" las relaciones con el Frente Polisario.

Además, pide al Gobierno que coordine las acciones necesarias para culminar el proceso de descolonización, "a través de la aplicación del principio de libre determinación" en el marco de Naciones Unidas y que solicite a Marruecos que "respete el libre acceso de la prensa". Y reitera la necesidad de que el Gobierno impulse "una mayor implicación de la comunidad internacional" en la resolución del conflicto.

Según el ministro de Comunicación marroquí, la resolución "contiene párrafos y expresiones antimarroquíes que no pueden ser aceptadas". Razón que llevó al Consejo de Ministros a acordar ayer "revisar" las relaciones con España. Naciri, incluso, relacionó la aprobación de este documento con "luchas políticas internas" y un intento de desviar la atención de la "crisis económica profunda" que atraviesa España.

La resolución del Congreso no sólo provocó malestar en el Ejecutivo de Rabat. Esta tarde, la Cámara de Representantes de Marruecos celebrará una sesión plenaria para examinar la "postura del Parlamento español sobre la integridad territorial de Marruecos". Y el sábado ese debate se trasladará a la Cámara de Consejeros, el equivalente al Senado. En este escenario, varias organizaciones y partidos marroquíes anunciaron ayer una nueva marcha "por la liberación" de Ceuta y Melilla convocada para este sábado.

Reacción española
Ante las declaraciones de Naciri, el Ejecutivo español volvió a manifestar su prudencia habitual a través de un comunicado. En él afirmó que el Gobierno "mantiene todos los canales de comunicación abiertos" con Marruecos y reiteró su "voluntad de mantener las mejores relaciones posibles".

El portavoz del PP en la Comisión de Exteriores en el Parlamento, Gustavo Arístegui, calificó la reacción de Rabat de "exagerada, destemplada y, desde luego, desproporcionada" y recordó que la resolución "no significa en absoluto una condena de Marruecos como país, sino que lamenta la violencia de los hechos y se pide una investigación independiente". Este último punto, aseguran fuentes socialistas, es uno de los que más ha molestado a Marruecos, junto con la condena de los hechos.

La portavoz de Exteriores del PSOE, Elena Valenciano, defendió ayer en la tribuna del Congreso el "amplio consenso" alcanzado en este tema y señaló que su grupo no compartía "la manera en que ha sido gestionada esta crisis por parte de las autoridades marroquíes". De ahí que expresase su condena. Pero Valenciano también destacó la importancia de las relaciones con Rabat para España. Fuentes del PSOE subrayaron que el acuerdo final fue la mejor alternativa ante el riesgo de una resolución mucho más contundente. La estrategia de los socialistas, explicaron, fue rebajar la moción presentada por ICV, lo que se logró al eliminar las alusiones directas a Marruecos por la violencia ejercida, el reconocimiento de la República Árabe Saharaui Democrática y la petición de no renovar los acuerdos pesqueros entre Marruecos y la UE. En las filas socialistas insistieron en las gestiones diplomáticas como la vía principal para rebajar el malestar marroquí.

Desde el PP, Arístegui subrayó la "disposición positiva" de su partido para buscar el acuerdo y pidió que se "actúe con racionalidad y prudencia", recordando que las relaciones entre España y Marruecos tienen que ser "fluidas e intensas". En su opinión, hay que evitar una "espiral de acción-reacción" que envenene el entendimiento.

www.publico.es/internacional/349817/rabat-amenaza-con-revisar-su-relacion-con-espana

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