Mujeres premiadas por su defensa de los derechos: “Zimbabue se recuperará de la crisis”

Africa Fundación Sur, 24 de Noviembre- Después de palizas propinadas por la policía del presidente Robert Mugabe, de haber pasado por las abarrotadas celdas de la cárcel infestadas de piojos, de la degradación de cacheos nocturnos desnudas, Jenni Williams y Magonda Mahlangu, todavía se aferran a la esperanza para Zimbabue.

Ambas mujeres hablan de esperanza en que el devastado país todavía puede publicar una constitución nacional, que llevaría a unas elecciones reales y a la recuperación de las profundidades en las que décadas de mal gobierno lo ha hundido.

¿Cómo pueden estas dos mujeres, que juntas han sido arrestadas más de 50 veces por liderar manifestaciones no violentas contra el régimen de Mugabe, todavía pensar estas cosas?

“Mira, ¡estamos intentando ser optimistas!”, dice una abriendo los brazos, ambas ríen.

Estas dos mujeres han sido entrevistadas en Washington antes de la ceremonia del día 23, en la casa blanca, para entregarles el premio a los derechos humanos Robert F. Kennedy 2009, de manos del presidente Barack Obama.

Arrestadas por manifestarse.

Las dos son co-fundadoras de Women of Zimbabue Arise (mujeres de Zimbabue levantaos) cuyo acrónimo WOZA forma una palabra en ndebele que significa “avanzar”. Detrás de Williams y Mahlangu, alrededor de 70.000 zimbabuenses han firmado para hacer eso precisamente. Como las fundadoras, muchas de ellas han sido apaleadas y cosas peores, las dos líderes dicen que más de 3.000 han sido arrestados por manifestarse.

Un principio incuestionable de las manifestaciones de Woza y su nuevo socio masculino, Moza, es la no violencia, según insisten las fundadoras. No importa qué ocurra, se les dice a los manifestantes, nunca respondáis a los golpes.

Ante la pregunta de si su movimiento sigue la pauta de Mahatma Gandhi, que terminó con el Raj británico en India, Mahlangu dice que no, que ellas han tomado como modelo en líder de los derechos civiles americano Martin Luther King.

Como King, Williams dice “lo hacemos para pedir justicia social”. Y como King, sus seguidores y ellas mismas lo han pagado con creces. La última lucha de Williams y Mahlangu contra el aparato judicial de Robert Mugabe, comenzó hace un año, después de que fueran atacadas y encarceladas por liderar una sentada pacífica demandando comida para los zimbabuenses hambrientos y un gobierno de reparto de poder entre el presidente Mugabe y el primer ministro Tsvangirai, después de que el octogenario presidente se declarase vencedor en unas elecciones que para muchos fueron sucias, el año pasado.

Responder a la violencia con la no violencia

“Lo que está haciendo Woza es poner nuestras vidas en la línea, se pretende siempre responder a la violencia con la no violencia”, explica Maahlangu.

Williams y Mahlangu esperan muy poco del sistema judicial de Zimbabue, aunque Woza y otros activistas han sido apoyados por algunos jueces que han ordenado que sean puestos en libertad. “Normalmente, el gobierno ignora las órdenes de los jueces y pone en libertad a los activistas cuando quieren”, añaden.

El propósito del gobierno al procesar a los manifestantes por los derechos no es el bien público, “en Zimbabue, el procesamiento es para perseguir a los activistas”.

Un investigador de Amnistía Internacional en Londres acusó al gobierno de Zimbabue de “utilizar la detención para frustrar el trabajo de los defensores de los derechos humanos”.

Se ha formado el gobierno con Tsvangirai como primer ministro, pero Mugabe sigue siendo la figura dominante.

Consideradas fraudulentas.

Williams, de 47 años, es nieta de un soldado del ejército republicado irlandés, que llegó a Zimbabue cuando era una colonia británica llamada Rodhesia, y se convirtió en el marido de una mujer ndebele llamada Bahlezi Moyo, la abuela de Williams. Ella es esposa de un electricista y madre de tres hijos mayores, que viven en Gran Bretaña.

Mahlangu, de 35 años, ha trabajado como administradora de deportes en su región natal, Matebeleland, tierra de los Ndebele. Es más pequeña y tiene la voz más dulce que su exaltada colega.

Las mujeres formaron su organización un día de San Valentín, de 2002, después de que Mugabe se declarase vencedor de unas elecciones que, para muchos, fueron fraudulentas.

El Centro Robert Kennedy para la Justicia y los Derechos Humanos no es la primera organización que premia a WOZA y a las mujeres que lo formaron. Entre otras está también Amnistía Internacional y el Departamento de Estado de Estados Unidos, que galardonó a Williams como mujer internacional del Coraje, en 2007.

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