La red marfileña (3): el periodismo ciudadano

 

"No nos engañemos, el bloguero no podrá jamás reemplazar al periodista. El periodista es quien garantiza la veracidad de las informaciones, el que da la magnitud de una información, el que recibe la atención de la opinión pública. Incluso si algunos blogueros son influyentes, la mayor parte son escritores o periodistas o personas que han completado estudios en comunicación o en blogs".

Quien así habla es Bacely Yorobi (Abiyán, Costa de Marfil, 1988), estratega web, innovador, emprendedor de las nuevas tecnologías y diseñador gráfico radicado en Abiyán. Un hombre que, a pesar de su juventud, es una referencia en el campo de las nuevas tecnologías en su país y en África occidental.  

"El periodismo ciudadano, como se le denomina comunmente, comenzó en Costa de Marfil en 2009",  narra vía Skype. "Existían blogs antes de ese momento, pero no eran numerosos. Teníamos una comunidad web que, sobre todo, pertenecía al mundo de la informática, que era activa, pero con pocos individuos lambda que quisieran producir contenidos, ya que los marfileños (en general) no quieren compartir. Entre los pioneros se encontraban Oumtanaga, Nnenna, Christian y Sandrine Roland, Philippe Batreau,… En el año 2009 nacióAkendewa, una asociación que va a dinamizar a esa comunidad y la va a hacer más visible, que va a organizar los barcamp, conferencias sobre la web y lasmatinées, Matinée Kacou Ananzê, en las que se habla de la web, de la producción y en las que los marfileños descubren el blog y que pueden ganar dinero con él".

 

Según Bacely Yorobi, el blog todavía no es rentable en África, ya que no existe aun una economía numérica. "Sin embargo, la e-reputación que tenemos con el blog si es rentable y proponemos servicios ligados a la publicidad vía las concesiones de páginas web o sistemas de afiliación y, sobre todo, el trabajo para otros medios como France24, con iniciativas como los observadores o el blog de France24", apunta.

 

Israël Guebo Yoroba (Buaké, Costa de Marfil, 1982) es la mente pensante tras la plataforma de periodismo ciudadano Avenue 225. Recibió el premio Harubuntu en 2011 y el premio al mejor bloguero francófono que otorga Deutsche Welle en 2009. Su especialidad es la blogosfera y todos sus vericuetos y la formación en esta materia le ha llevado no sólo por toda la geografía de su país, si no más allá de sus fronteras. En el mes de mayo que acabamos de dejar atrás estuvo en la República del Congo y empató a principios de junio con otro viaje profesional a Burkina.

"Avenue 225 es la primera página de informaciones de proximidad en Costa de Marfil -explica en una breve entrevista vía facebook- A través de esta plataforma queremos contar esa otra Costa de Marfil, la del ciudadano que vive la realidad política y económica que presentan los medios de comunicación clásicos. En Avenue 225, es el ciudadano quien tiene la palabra y quien da su opinión".

Bacely Yorobi e Israël Guebo Yoroba fueron pioneros en lo que se refiere a la blogosfera y el periodismo ciudadano en su país.

"Fui el primero en trabajar la actualidad web marfileña, de la primera generación de blogueros", afirma orgulloso el primero. Junto a su nombre se alinean otros nombres de blogueros con vocación de abrir camino, como el del propio Yoroba, pero también los de Donatien Touvoly, Nnenna Nkwanama, Jean-Patrick Ehouman, Cyriac Gbogou, Edith Brou, Ghislaine Atta o Mohamed Diaby. Les sigue una segunda generación de blogueros, esta vez motivados por el deseo de ganarse la vida con su oficio digital, en la que se incluyen Fantastyck, Polus Aghaton, Hilfab, Andrée Seye, Fabien Kahé o Koty Yves Pierre.  

 

Israel Yoroba habla de un ciberespacio marfileño en fase de maduración. "A día de hoy, se practica y se habla de uso de internet -precisa- Intentamos, por ejemplo, ayudar con las herramientas tecnológicas. Y va bien: #civsocial, #drameplateau, etc. El reto hoy, que puede considerarse el Grial del ámbito numérico marfileño, es el modelo económico. Cómo llegar a construir un negocio viable y sostenible conómicamente. Ése es el desafío de todos esos apasionados que trabajan para poder, un día, vivir únicamente de su amor, la web".

Bacely Yorobi, por su parte, no es tan optimista y  afirma que la mayoría de la población marfileña,  en torno a un 85 %, es analfabeta numérica y que hacen falta equipamientos y formación. Sin embargo, ambos coinciden en las posibilidades que internet y las nuevas tecnologías abren para el país.

“La web es el cuarto medio de comunicación, que además es gratuito y que podría permitir a un país como Costa de Marfil desarrollarse. Aunque no estemos al mismo nivel de desarrollo que otros países, sí estamos en el mismo nivel de cultura numérica y queremos alcanzar los Objetivos del Milenio. Hoy hablamos en Costa de Marfil de la web útil, puesto que durante la crisis post-electoral, fueron las redes sociales las que permitieron salvar vidas, vía el portal wonzomai y el hashtag #civsocial. Me parece que eso está bien, pero también que lo podemos hacer mejor, suscitar el desarrollo y la desaparición de la pobreza gracias a las redes sociales. Sí, lo creo a través de proyectos como uno que he desarrollado, Srancityla primera red social que comparte la acción social con el “juego” de la acción social o, lo que es lo mismo, recompensa a los mejores voluntarios".

Israël Guebo Yoroba opina que la llegada de los medios sociales ha suscitado en el seno de la juventud marfileña la recuperación del entusiasmo y la esperanza en cuanto a su contribución al cambio de mentalidades y al desarrollo del continente. "Pero muy pronto se han encontrado con la dificultad de los medios materiales, financieros -lamenta- La búsqueda del sustento cotidiano aflora pronto y merma seriamente las ambiciones de los jóvenes. Aquí es donde la diáspora puede intervenir, aportando su ayuda y experiencia. La diáspora tiene la ventaja de ser  un relevo. Podría, por ejemplo, apoyarse sobre dicha ventaja para enmarcar y alentar iniciativas empresariales con su sostén".

En la línea de lo que explica Yoroba y lo que se refiere a la inversión en nuevas tecnologías y negocios ligados a ellas, Bacely Yorobi afirma que esa diáspora contribuye enormemente a la revolución numérica. Pone ejemplos: Akendewa, creada por un marfileño que vive en Francia; la revolución Azonto en Ghana, provocada por la comunidad bloguera ghanesa tanto en el terreno como en la diáspora; Argelia con los webdays iniciados por un francés de origen argelino. Cada vez más, la diáspora invierte en el cambio de la mentalidad vía la tecnología y esa tecnología crea nuevos usos en el seno de las poblaciones.

Yorobi explica que las TIC pueden cambiar la vida de un marfileño corriente al conseguir que gane tiempo, que sea más productivo. "Pero eso no es posible para nosotros, los Países Pobres Muy Endedeudados (PPTE, Pays Pauvre Tres Endetté) si no utilizamos programas libres, de código abierto. Desgraciadamente, usamos productos que cuestan muy caros y que tienen derechos de propiedad. Necesitamos crowdsourcing, datos abiertos,… Eso va a suscitar la innovación", concluye y encadena palabras que marcan el presente y el futuro de las nuevas tecnologías en Costa de Marfil: crowdsourcing, democracia, código abierto, Open Web.

Para concluir, reseña que el código abierto ya ha permitido a un joven marfileño, Delmo Ehui, crear MoniBa, un sistema de declaración de nacimiento que funciona únicamente a través de programas libres y en móviles.

http://blogs.elpais.com/africa-no-es-un-pais/2013/06/lared-marfilena-3.html

 

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