La OTAN ha confirmado oficialmente la decisión provisional adoptada el pasado viernes de cerrar el próximo lunes la operación Protector Unificado en Libia, considerada un éxito por Anders Fogh Rasmussen, el secretario general aliado. A partir del lunes, 31 de octubre, a los siete meses exactos de su entrada en acción, los dispositivos militares desplegados por los distintos países volverán a las respectivas disciplinas nacionales. La OTAN no tiene intención de permanecer en el área.
La reunión de los embajadores aliados ha durado cerca de dos horas. “Todo está decidido”, señaló previamente una fuente aliada. “La resolución del Consejo de Seguridad ha despejado el panorama”. El panorama se enturbió el pasado viernes, cuando otro Consejo Atlántico que se preveía resolutorio solo pudo pactar que la fecha del 31 fuese indicativa.
Contra el criterio de los demás, Francia y el Reino Unido, países que han estado al frente de la campaña, consideraron que había que esperar a ver las condiciones sobre el terreno, que se debían realizar más consultas con Naciones Unidas y con el Consejo Nacional de Transición (CNT) y que decidir entonces, al día siguiente del linchamiento de Muamar el Gadafi, iba a establecer en la mente de la opinión pública una indeseada relación causa-efecto entre la muerte del coronel y el fin de la guerra. En nombre de la unanimidad se aceptó ese criterio, calificando de “preliminar” la fecha del 31, pese al dictamen de los responsables castrenses de que se habían alcanzado todos los objetivos fijados.
Este miércoles, cuando los aliados pensaban ya prescindir definitivamente del adjetivo “preliminar”, la petición del presidente del CNT, Mustafá Abdel Yalil, introdujo un nuevo factor de distorsión, que molestó en la OTAN por considerar los aliados que se les estaba forzando a hacer más de lo acordado. La decisión del Consejo de Seguridad de ayer dejó las cosas como deseaba la Alianza, que ha acordado terminar la operación Protector Unificado incluso pensando anecdóticamente en la historia: la campaña para acabar con el régimen de Muamar Gadafi duró siete meses.
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