La crisis económica afecta a los flujos de capital a África

afrol News, 22 de Junio – Debido a la recesión económica mundial, las entradas netas de capital privado a los países en desarrollo se redujeron a 707.000 millones de dólares en 2008, frente a los 1,2 billones registrados en 2007. África Subsahariana se ha visto muy afectada por la reducción de la demanda externa.

Según las proyecciones, los flujos internacionales de capital continuarán su descenso en 2009 hasta llegar a los 63.000 millones de dólares.

En el informe Global Development Finance 2009: Charting a Global Recovery (Flujos mundiales de financiamiento para el desarrollo 2009: El derrotero de la recuperación mundial) se advierte que el mundo está ingresando en una era de crecimiento más lento que requerirá un control más estricto y eficaz del sistema financiero.

Se prevé que los países en desarrollo crezcan apenas un 1,2% este año, luego de un crecimiento de 8,1% en 2007 y 5,9% en 2008. Sin contar a China e India, se estima que el producto interno bruto (PIB) de los demás países en desarrollo disminuirá un 1,6%, lo cual provocará la pérdida continua de empleo y arrastrará a más personas a la pobreza. También se espera que el crecimiento mundial sea negativo, con una contracción prevista del 2,9% del PIB mundial en 2009.

“La necesidad de reestructurar el sistema bancario, combinada con las restricciones que los países de ingreso alto han comenzado a imponer a las políticas expansionistas, impedirá que la recuperación de la economía mundial cobre fuerza”, expresó Justin Lin, primer economista y primer vicepresidente de Economía del desarrollo del Banco Mundial. “Los países en desarrollo pueden convertirse en una fuerza impulsora clave en la recuperación, para lo cual deben acompañar la recuperación de las inversiones nacionales con apoyo internacional, lo que incluye la reanudación del crédito internacional”.

Si bien los autores advierten que las políticas extraordinarias que adoptaron como respuesta algunas de las grandes economías han impedido que se produjera un colapso sistémico, destacan la importancia de la acción mundial concertada mientras persista la crisis.

La integración mundial y la creciente función de los actores privados en las finanzas internacionales han traído aparejados enormes beneficios, pero también han potenciado el alcance de la crisis. Hoy en día, los países en desarrollo dependen en medida apreciable de los flujos privados, y son muchos los países que se ven azotados por el colapso de las finanzas de las empresas, donde las grandes compañías y bancos que antes potenciaban el crecimiento ahora se encuentran en problemas.

El riesgo de sufrir crisis en la balanza de pagos, sumado a la reestructuración de deuda empresarial en muchos países amerita una atención especial, se advierte en la publicación.

El camino hacia la recuperación de la economía mundial, detalla el informe, requerirá la rápida instrumentación de un conjunto de reformas puntuales; con el tiempo, se deberá abandonar el esquema en el que los gobiernos tienen una gran participación en el sistema financiero y volver a poner el control del sistema bancario en manos del sector privado.

Asimismo, se deberá contener la gran expansión de la oferta monetaria en los países avanzados, y será preciso recortar los déficits fiscales en el mediano plazo, para mantener la viabilidad de la deuda y evitar otra crisis de endeudamiento como la que se produjo en las décadas de 1970 y 1980.

La región de Oriente Medio y Norte de África se ha visto afectada en forma menos directa por las restricciones al crédito en comparación con otras regiones, pero los mercados locales de capital e inmuebles están sometidos a una presión intensa, y los países en desarrollo de la región han sufrido la presencia de condiciones mucho más adversas que los países de ingreso alto.

Se prevé que en 2009 decaigan las remesas, las exportaciones de servicios y los flujos de inversión extranjera directa provenientes de estos países y de las naciones de ingreso alto de Europa, lo cual se traducirá en recortes de los ingresos. Se estima que el crecimiento se reducirá a la mitad, con lo cual llegará a 3,1% en 2009, para luego repuntar a 3,8% en 2010 y 4,6% en 2011, en parte debido a que la desaceleración ha sido menos pronunciada en la región de Oriente Medio y Norte de África que en otras regiones, al tiempo que se prevé que la demanda y los precios del petróleo se mantengan en niveles bajos.

África Subsahariana se ha visto muy afectada por la reducción en la demanda externa, el derrumbe de los precios de las exportaciones, la disminución en las remesas e ingresos por concepto de turismo, y el pronunciado declive de las entradas de capital, en especial la inversión extranjera directa. Este año se prevé una abrupta desaceleración del crecimiento, que llegará a 1%, en comparación el valor promedio de 5,7% de los últimos tres años. Se proyecta que para el año 2010 el crecimiento aumentará a 3,7%.

Los abruptos recortes a las remesas y la afluencia de fondos oficiales de asistencia también representan un riesgo para la región, debido a que muchos países de África al sur del Sahara dependen de esos fondos de asistencia para respaldar sus respectivos presupuestos y a que las remesas constituyen un recurso vital de protección contra la pobreza.

Por staff writer

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *