La Vanguardia, 29 de Noviembre- El líder libio, Muamar Gadafi, abrió hoy la cumbre Unión Africana-Unión Europea urgiendo a los europeos a cooperar con el continente africano, ya que de lo contrario éste se acercará a Latinoamérica, China o Rusia. Gadafi, el anfitrión de la cumbre, pronunció una larga intervención de casi una hora en la que trató todo tipo de asuntos comunes entre africanos y europeos, como terrorismo, inmigración, energía, democracia, asilo o piratería.
Dentro de esta relación conjunta, recalcó que África tiene dos opciones: cooperar con la UE -algo que según él los europeos no han hecho hasta ahora- y si esta primera no funciona los africanos pueden abrirse a Latinoamérica, China o Rusia. Gadafi pidió también la abolición del Banco Mundial (BM) y la Organización Mundial de Comercio (OMC) debido a la forma con la que tratan a los países africanos.
El dirigente libio dijo que todos los asistentes deben estar unidos contra el terrorismo, pero reiteró su opinión de que igual de terroristas son Osama bin Laden y el fundamentalismo islámico que el uso de la fuerza militar en otros países o las instituciones financieras internacionales. Sobre la piratería en Somalia, Gadafi recalcó que aquellos a los que se considera piratas no son sino pescadores que se defienden del pillaje de los recursos de sus aguas por parte de los pesqueros extranjeros. Por ello, pidió que se deje de pescar en aguas económicas somalís y que otros países no envíen buques militares a combatir este fenómeno, y consideró ese despliegue como una estupidez.
Gadafi repitió la propuesta que hizo en agosto pasado a la UE para que los europeos paguen a Libia 5.000 millones de euros anuales a fin de que su país pueda combatir eficazmente el flujo de inmigración ilegal de África a Europa. "No seremos el guardián de nadie", afirmó el líder libio, quien puso como ejemplo positivo la cooperación que su país ha iniciado este año con Italia. También pidió que Europa deje de interferir con los asuntos internos y las elecciones de los países africanos, igual que estos no se inmiscuyen en los mismos procesos de los estados europeos.
Gadafi cuestionó también la definición que se hace en Occidente de conceptos como democracia o derechos humanos, y pidió que se deje de dar asilo político, ya que muchos de sus beneficiarios son delincuentes o claman persecuciones inexistentes. Sobre energía, recalcó que África puede ser un gran suministrador a Europa de electricidad procedente de fuentes renovables, especialmente la solar. La cumbre de dos días que comenzó en Trípoli reúne a dirigentes de 79 países de Europa y África, después de que la delegación de Sudán anunciase el domingo su retirada debido a las presiones para que no asistiera su presidente. Contra el jefe del Estado sudanés, Omar Hasán Al Bachir, pesa una orden internacional de detención de la Corte Penal Internacional (CPI) por genocidio y crímenes de guerra y contra la humanidad en la región de Darfur, al oeste de Sudán.
El presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, insistió por su parte en que esta tercera cumbre debe producir "resultados concretos" después de que en las dos anteriores se establecieron el proceso y la agenda. Van Rompuy recalcó que África se está convirtiendo en un "actor clave" en cuestiones de importancia mundial, como la lucha contra el cambio climático y el tráfico de drogas, así como en la creación de la CPI y el envío a su sede de La Haya de los primeros acusados.
El responsable europeo, que no respondió a las reclamaciones de Gadafi, recalcó que la UE "seguirá asumiendo totalmente" sus obligaciones de ayuda al desarrollo. Esta ayuda totalizará más de 50.000 millones de euros en los próximos tres años, pero "la responsabilidad final del éxito de África reside en los Gobiernos y los pueblos de África", insistió.