Europa Press, 2 de Noviembre- Cientos de estudiantes lanzaron este miércoles piedras contra los mediadores que negocian la paz en Darfur, una región castigada por la violencia.
La delegación de los mediadores fue bloqueada en la universidad en Zalengi por un grupo de estudiantes, según dos periodistas de Reuters que viajaban con los diplomáticos. Los manifestantes se refirieron al principal mediador, Djibril Bassolé, como un "representante extranjero".
Cuando la delegación finalmente logró salir del centro, los estudiantes lanzaron piedras contra su convoy y golpearon los vehículos con palos, rompiendo las ventanas de dos coches de la ONU. Para dispersar a los manifestantes, la Policía sudanesa tuvo que disparar al aire.
Naciones Unidas estima que unas 300.000 personas murieron en la crisis humanitaria de Darfur causada por una campaña del Gobierno contra la insurgencia que Washington ha calificado de genocidio. Por su parte, Jartum sitúa la cifra de muertos en 10.000.
Los enfrentamientos militares y las divisiones entre los rebeldes han acompañado los repetidos diálogos por la paz en la región sudanesa. Los dos principales grupos insurgentes de Darfur no están participando en las últimas conversaciones organizadas por Qatar.
BASTIÓN REBELDE
Zalengei, situado en el oeste de Darfur, es un bastión rebelde liderado por Abdel Wahed Mohamed el Nur. Diversos informes locales denuncian la muerte de dos personas en las protestas por los supuestos disparos de las fuerzas de seguridad contra la multitud.
Este martes la delegación, entre los que se encontraba el ministro de Asuntos Exteriores de Qatar, Ahmed Bin Abdulá al Mahm, tuvo que huir mientras se producía una reunión en la capital de Darfur Sur, Nyala, después de que activistas irrumpieran en la sala insistiendo en que también se les escuchara.
Las fuerzas de paz de la ONU y de la Unión Africana contuvieron a los activistas y se sacó rápidamente a los mediadores fuera de la sala de reuniones.
Estos actos ejemplifican el grado de tensión que se vive actualmente en Darfur, cuyos habitantes se sienten abandonados tras las repetidas promesas de paz de las sucesivos delegaciones internacionales. Hasta el momento, más de dos millones de habitantes de Darfur han huido de sus casas para vivir campamentos improvisados.
Por otro lado, el Tribunal Penal Internacional acusa al presidente de Sudán, Omar Hassan al Bashir, de crímenes de guerra y genocidio en Darfur.