El primer ministro turco, Tayyip Erdogan, visita Libia este viernes en medio de una intensa batalla en Sirte, ciudad natal de Gadafi. Lallegada de Erdogan se produce un día después de que los líderes de Francia y Reino Unido fuesen aclamados como héroes allí por ayudar a derrocar a Muamar el Gadafi.
Tayyip Erdogan, en una gira por el norte de África para asegurar la influencia de Ankara en la región, espera lograr dividendos políticos y económicos de los nuevos gobernantes de Libia por la ayuda que su país ha ofrecido en la lucha para poner fin a los 42 años de estricto régimen de Gadafi.
Después de casi siete meses de combates, las fuerzas antigadafistas apoyadas por el poderío aéreo de la OTAN controlan la mayor parte de Libia, incluidos los centros productores de petróleo y la capital, Trípoli, que tomaron el mes pasado.
Sin embargo, se han encontrado con una fuerte resistencia en un puñado de bastiones favorables a Gadafi tales como la ciudad del desierto de Bani Walid, y las localidades sureñas de Sabha y Sirte, la ciudad natal de Gadafi a 450 km al este de Trípoli que intentaron tomar el jueves.
"Han entrado ya en la ciudad. Fue una ofensiva coordinada desde el sur, este y oeste y a lo largo de la costa. No estoy seguro de hasta dónde han podido entrar. Están bajo un intenso fuego. Hay un problema particular con los francotiradores", dijo Abdulrahman Busin, portavoz militar del gobernante Consejo Nacional de Transición (CNT).
El portavoz de Gadafi dijo por su parte que contaban con miles de seguidores.
"A partir de mañana habrá ataques atroces de la OTAN y sus agentes sobre el terreno en las ciudades resistentes de Sirte, Bani Walid y Sabha", Mousa Ibrahim dijo a última hora del jueves a la televisión Arrai con sede en Siria.
La televisión dijo que 16 personas habían muerto en Sirte, incluidas mujeres y niños, a consecuencia de las bombas de la OTAN, y que las fuerzas de Gadafi habían destruido un barco de guerra de OTAN y varios vehículos.
Ninguno de los informes pudo ser verificado de forma independiente.
En Bani Walid, que las fuerzas antigadafistas están evitando asaltar por miedo a provocar a una poderosa tribu local, los residentes estaban aún intentando huir, y había informes de otros capturados por hombres armados.
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