El terrorista que actúa en solitario es la nueva amenaza

Lorenzo Vidino, profesor especializado en terrorismo e Islam político en la Universidad de Harvard, ha visitado Madrid para asistir a un seminario sobre terrorismo organizado por la Fundación Ortega y Gasset y la Embajada de Estados Unidos. En esta entrevista responde a algunos de los interrogantes que plantea el atentado frustrado del viernes en el vuelo de Detroit.
Pregunta. ¿Qué lección pueden extraer las agencias de inteligencia sobre este último intento terrorista?

Respuesta. La estrategia de los yihadistas ha evolucionado hacia un nuevo tipo de terrorismo mucho más difícil de perseguir e interceptar, como demuestra no sólo este último caso sino también el del soldado de la base militar norteamericana de Fort Hood, que mató a 13 compañeros y se supo que había tenido relación con un imán radical. También ha habido otros precedentes en Italia o Estados Unidos. Es lo que se ha denominado el ataque de un lobo solitario. Los miembros de las células son ahora mucho más independientes. En algunos casos son preparados en el manejo de explosivos por Internet, seleccionan ellos mismos los objetivos y actúan de modo individual. Es más difícil detectar en un aeropuerto a un único terrorista que a un grupo de veinte. Esta nueva estrategia ha sido la reacción de los terroristas a los mejores controles de inteligencia y ha puesto en cuestión si la estructura clásica de Al Qaeda se ha quedado obsoleta.

P. ¿Qué pueden hacer los servicios de inteligencia contra un lobo solitario?

R. Es mucho más complicado. Es más difícil descubrir sus propósitos porque deja menos rastro. El FBI recurre a la estrategia del agente provocador. Una vez localizado a un simpatizante del yihadismo en los chats o foros de Internet, un agente se hace pasar por un miembro de Al Qaeda y se le empuja a actuar. En los últimos meses se ha arrestado a dos individuos de esta forma que pretendían atentar contra edificios federales en Illinois y Texas. Es un método muy polémico y de dudosa legalidad en Europa. Además, es una cuestión de hasta dónde estamos dispuestos a recortar la libertad de expresión.

P. El terrorista de Detroit no tenía el perfil de excluido social. Hay quien cree ahora que el esfuerzo de integración no sirve para contener al yihadismo.

R. No es cierto. Es algo más complejo. La integración de las comunidades musulmanas es una pieza del puzzle, pero no es una solución milagrosa. Es menos probable que las personas mejor integrada económicamente y que se sienten parte de la sociedad acepten los mensajes de los radicales.

P. ¿Es Yemen el escenario de la nueva guerra de Obama?

R. No tendría sentido lanzar una nueva invasión. Estas redes tienen a su alcance otros santuarios alternativos, como Somalia o el Magreb. A corto plazo lo más realista a lo que podemos aspirar es a fortalecer la autoridad de esos Gobiernos para que conduzca operaciones policiales con éxito.

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