El rostro del hambre son las mujeres

La secretaria de Estado de Cooperación, Soraya Rodríguez, visitó el fin de semana pasado la zona afectada por la hambruna en un viaje en el que hizo parada en los campamentos de refugiados de Dadaab (Kenia) y Dollo Ado (Etiopía). Después acudió a la cumbre de la FAO en Roma, donde España se comprometió a destinar 25 millones de ayuda para la zona.

¿Qué sensación se ha llevado de su visita a la zona afectada?
El campamento de Daadab es impresionante, con una llegada diaria de 1.300 refugiados. Es un drama: la situación de sequía, la hambruna La gente llega en unas condiciones terribles; en su mayoría son nómadas que están acostumbrados a caminar, pero llegan en unas condiciones deplorables. El rostro del hambre son las mujeres, mujeres solas que caminan con cinco, siete hijos cada una, y que los han tenido que dejar muertos por el camino. El 80% de los que se inscriben en los campamentos son mujeres. Los niños que consiguen llegar presentan una desnutrición altísima. Eso se traduce en ver a un niño de siete años que pesa siete kilos.

Pese al drama, a la sociedad le está costando donar y no se va a llegar a recaudar lo que en catástrofes como la de Haití . Las ONG hablan de la falta de enganche’ de las llamadas emergencias silenciosas.

En el mundo hay 1.000 millones de personas que pasan hambre, y parece que hay una sensación de que ya convivimos con esto y que es lo que hay. Lo terrible en esta ocasión es que ha habido una declaración de hambruna, algo a lo que no pensábamos asistir en el siglo XXI. Y eso no es por la sequía, sino por el gran conflicto olvidado en el que está inmersa Somalia, controlada por Al Shabab, el grupo extremista vinculado a Al Qaeda.
Ese grupo ha impedido con su bloqueo que la ayuda llegara a la zona. ¿Se ha conseguido algún avance?

Hace un año el Programa Mundial de Alimentos tuvo que retirarse de la zona, ya que en todo 2009 habían muerto asesinados 14 de sus cooperantes. El 6 de julio Al Shabab dijo que permitía al Acnur y al Programa Mundial de Alimentos restaurar la ayuda y se ha visto que es fundamental repartir dentro de Somalia para cortar el éxodo de refugiados a los campamentos. Si la comida llega, la gente deja de salir.

Parece que se ha levantado cierta conciencia social, pero la reacción internacional ha llegado tarde, las ONG llevaban tiempo alertando de la crisis en la zona. ¿Por qué se ha tardado tanto en reaccionar?

España está desde enero de 2011 haciendo contribuciones especiales a Acnur y al Programa Mundial de Alimentos en Etiopía y Kenia. Somalia lleva 20 años en estas condiciones e indudablemente una sequía tan severa ha empeorado la situación. ¿Si sabíamos lo que pasaba? Sí, desde hace tiempo. ¿Lo ha empeorado la sequía? Sin duda. Ahora podemos salvar vidas, y después nos tocará reflexionar si pensamos olvidarnos de nuevo o si vamos a ayudar a que Somalia se convierta en un Estado estable, para no volver a hablar dentro de dos años de otra situación límite.

La cooperación española, por la crisis, ha sufrido un recorte de más de 1.000 millones de euros. ¿La ayuda que podemos ofrecer al Cuerno de África se va a ver afectada por el tijeretazo?

Cuando se produjo el recorte ya dije que la ayuda humanitaria no se vería afectada, y así está siendo. No hemos reducido el presupuesto en ayuda humanitaria. Recortar por la crisis no significa mermar áreas, sino establecer prioridades. Y Somalia es una prioridad; esta crisis es el Haití de 2011.

 

www.publico.es/espana/388898/el-rostro-del-hambre-son-las-mujeres

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *