El Islam será el eje de la nueva Libia

El Islam será el eje sobre el que girará el nuevo estado libio donde la ‘sharia’ (código de ley islámico) será «la fuente de jurisprudencia», aseguró el presidente del Consejo Nacional Transitorio (CNT), Mustafá Abdul Jalil, en la presentación del esquema de lo que se llamará la ‘Declaración de la victoria’ y que hoy dará a conocer a la comunidad internacional en la cumbre de París. La cita internacional coincide con el que iba a ser el 42 aniversario de la revolución gadafista que los rebeldes tratan de dejar atrás con este documento en el que los rebeldes recogerán las bases de una transición cuya hoja de ruta marca la celebración de un referéndum para cambiar la Constitución en un plazo de seis meses y unas elecciones generales, con observadores internacionales, en ocho. Libia cambia el Libro Verde por el Corán, aunque Abdul Jalil matizó en todo momento que será «un Estado democrático, independiente, con capital en Trípoli». El traslado completo del Consejo desde Bengasi se espera completar las próximas dos semanas.
El papel jugado por los grupos islamistas en los combates de los últimos meses les ha otorgado una capacidad de influencia muy fuerte en la actual situación que vive un país donde el poder está dividido en milicias locales. Las más poderosas, como las que vienen de Misrata, Zintan o Yefren, controlan partes enteras de la capital, pero son las milicias islámicas las que han logrado colocar al mando al yihadista Abdul Hakim Belhaq, antiguo emir del Grupo Islámico Libio de Lucha (Lifg, por sus siglas en inglés), como responsable máximo de la comandancia militar de Trípoli. Toda una declaración de intenciones para los sectores liberales del país.
Todo plan de futuro, sin embargo, depende de la evolución de la guerra sobre el terreno y de la captura, vivo o muerto, de Muamar Gadafi. El sábado concluye el ultimátum lanzado a las localidades, Sirte y Sabha principalmente, que siguen siendo leales a Gadafi, si para entonces no aceptan a las nuevas autoridades se recurrirá al uso de la fuerza.
Saif al-Islam señaló ayer que Sirte está preparada, con 20.000 efectivos. En declaraciones al canal internacional de televisión sirio Al Rai, aseguró que «combatirán hasta el ultimo minuto y responderán a los traidores y a las mafias». El hijo de Gadafi también apuntó que están «vivos», lo que podría hacer alusión al estado de su padre, en paradero desconocido. «Queremos tranquilizar al pueblo libio y decirle que estamos vivos y que la resistencia continúa; la victoria está cerca», destacó el que es considerado hombre fuerte del régimen y al que hace unos días las fuerzas rebeldes dieron por detenido, aunque luego él mismo se encargó de aparecer en público para desmentirlo.
El ministro de Asuntos Exteriores del régimen de Muamar Gadafi, Abdelati al Obeidi, fue arrestado ayer por las fuerzas rebeldes en su finca de Janzour, un suburbio situado en el oeste de Trípoli. Los sublevados gritaron «Allahu Akbar» en el momento de la detención del que fue durante los últimos meses el jefe de la diplomacia del régimen libio.
Las huellas de la guerra son profundas en los cementerios de la capital por donde ayer pasaron las familias a visitar a sus muertos con motivo de la festividad del fin del Ramadán, una especie de día de Todos los Santos marcado por el gran número de víctimas de la revolución. «Tenemos enterrados quinientos cuerpos sin identificar», aseguraba el responsable del cementerio Shaut al-Anshir, situado junto a la casa de la esposa de Gadafi, Safiya, reconvertida en base de los milicianos venidos de Misrata.
Las autoridades rebeldes encargadas de velar por la transición transmitieron al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas su disconformidad con el envío de cascos azules al país. La futura misión de la ONU tendrá un marcado «carácter político» y ayudará a las nuevas autoridades a desarrollar un proceso de transición que lleve a la democracia, aseguró el asesor del organismo para la planificación postconflicto, Ian Martin, porque «ha quedado muy claro que los libios quieren evitar el despliegue militar de la ONU o cualquier otra organización».
Una transición doméstica
La transición doméstica va de la mano del nuevo lugar que espera ocupar Libia en la escena internacional y que centrará la cumbre que arranca en París. Trece jefes de estado, 19 primeros ministros y los secretarios generales de la OTAN, la ONU o la Liga Árabe se reunirán con el CNT en la capital francesa para «ayudar a las nuevas autoridades a lograr la transición y la reconstrucción del Estado y ofrecerles una tribuna para que presenten su visión y necesidades», según una fuente anónima de la presidencia gala citada por la agencia Efe.

 

www.elcorreo.com/vizcaya/v/20110901/mundo/islam-sera-nueva-libia-20110901.html

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