El presidente de Angola, José Eduardo dos Santos, es una personalidad enigmática dotada de un agudo sentido del juego político que ha transformado la presidencia en una institución omnipresente.
El Movimiento Popular para la Liberación de Angola (MPLA) del presidente Dos Santos, que festejó el martes pasado sus 70 años, recibió en las legislativas del viernes el sufragio de cerca de tres de cada cuatro votantes, según resultados parciales sobre un 70% del total.
La Constitución angoleña, revisada en 2010, convierte automáticamente en presidente al jefe del partido que gana las legislativas, prolongando a "Zedu" en el poder para un nuevo mandato. Su longevidad en el poder sólo es superada en África por el dirigente de Guinea Ecuatorial, Teodoro Obiang Nguema.
Dos Santos resistió en las urnas a la ola opositora desatada desde hace más de un año y que incluyó –un hecho inédito en Angola– protestas callejeras.
Este marxista pragmático abrió la ex colonia portuguesa a la economía de mercado para facilitar la reconstrucción de un país minado por 27 años de guerra civil.
En los años de lucha, Dos Santos se fue forjando una misteriosa forma de ejercer el poder. De mirada plácida y tono mesurado, limita sus apariciones públicas, viaja poco y rara vez concede una entrevista.
"Se guarda la información sobre el funcionamiento del sistema político (…), es una forma de controlarlo todo", señala Nicholas Shaxson -autor de un libro sobre los Estados petroleros en África.
Este ingeniero formado en la Unión Soviética "es un maestro del juego político", añade.
Nacido el 28 de agosto de 1942 de padre albañil y madre sirvienta, dos Santos creció en Sambizanga, un barrio de chabolas en Luanda, núcleo de la lucha clandestina contra Portugal, aunque él sólo participó brevemente, en 1961, en la lucha armada.
Dos Santos se inscribe en 1961 en el Movimiento Popular de Liberación de Angola (MPLA), fundado cinco años antes.
En 1963 recibe una beca para estudiar en Bakú, Azerbaiyán (que en esa época formaba parte de la Unión Soviética), donde obtiene un diploma de ingeniero y se casa con una soviética. Actualmente está casado con Ana Paula, una angoleña 18 años menor, y es padre de seis hijos.
En 1974 integra el comité central del MPLA, antes de convertirse en 1975 en jefe de la diplomacia de Angola independiente.
Considerado como el delfín del presidente Agostinho Neto, Dos Santos es nombrado viceprimer ministro y, a la muerte de su mentor en 1979, es elegido jefe del MPLA, presidente de la República y comandante en jefe de las Fuerzas Armadas.
Tras el fin de la guerra civil, los inversores afluyen a Angola, sobre todo los chinos, atraídos por las minas de diamantes y las reservas petrolíferas, así como por el mercado de la reconstrucción del país.
Vía | AFP