Crean en Marruecos el primer sindicato de trabajadores inmigrantes

 Un nuevo sindicato llamado Colectivo Sindical de Trabajadores Inmigrantes celebró hoy en Rabat su congreso constituyente con el objetivo de defender los derechos laborales de los trabajadores extranjeros en Marruecos, mayormente subsaharianos.

 

Unos 200 congresistas de diferentes nacionalidades, entre los que predominaban los de África negra, asistieron hoy a la creación del nuevo colectivo sindical que estará afiliado a la central sindical marroquí Organización Democrática del Trabajo (ODT).

 

Ali Lotfi, secretario general de la ODT, subrayó que el nuevo sindicato tendrá su propia autonomía y será orientado y apoyado por la ODT para defender esta categoría profesional particularmente vulnerable.

 

Los trabajadores inmigrantes, sobre todo los indocumentados, trabajan en condiciones peores que los marroquíes, durante largas jornadas laborales, y lo que ganan no alcanza el 30 % del salario mínimo en Marruecos, explicó Lotfi.

 

El secretario general de la ODT pidió al Gobierno marroquí que respete sus compromisos internacionales y legislativos relativos al derecho de los trabajadores extranjeros en Marruecos, y que garantice los derechos mínimos de ese colectivo, como educación o asistencia sanitaria gratuita.

 

El nuevo sindicato no se ha creado exclusivamente para los inmigrantes subsaharianos, sino que están invitados también inmigrantes magrebíes, iraquíes e incluso asiáticos, precisó Lotfi.

 

A este respecto, el secretario general de la ODT mencionó el "nuevo fenómeno de empleadas de hogar asiáticas, principalmente filipinas, que son traídas por familias burguesas y que perciben un salario mucho menor a cualquier empleada doméstica marroquí".

 

Por su parte, Marcel Amiyeto, precursor de la idea de sindicato de inmigrantes en Marruecos, dijo que en la capital, Rabat, hay unos 260 trabajadores extranjeros principalmente en los sectores de construcción y la actividad hostelera, telecomunicaciones y en el servicio doméstico (senegalesas y filipinas).

 

Según Amiyeto, la mayoría de estos inmigrantes "son explotados y trabajan en condiciones difíciles y precarias" ya que trabajan sin contratos legales ni garantías mínimas contra riesgos de empleo.

 

En este marco, recordó el caso de un senegalés que, empleado en una empresa de mármol, fue víctima de un accidente de trabajo en el que perdió cuatro dedos de la mano. Este inmigrante "iba a ser expulsado de no ser por la intervención de la ODT, que logró además que su asistencia sanitaria estuviera a cargo del empleador".

 

Vía | EFE

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