Estructura de gobierno
Jefe de Estado: Presidente Ejecutivo Robert Gabriel MUGABE – Unión Nacional Africana de Zimbabue-Frente Patriótico – ZANU-PF
Jefe de Gobierno: Presidente Ejecutivo Robert Gabriel MUGABE
Asamblea: Zimbabue tiene un Parlamento bicameral compuesto por el Senado con 93 escaños y la Cámara de la Asamblea con 210 escaños.
Descripción del sistema electoral
El presidente es elegido por votación popular cada 5 años.
En el Senado, 60 miembros son elegidos por votación popular en representación de cada provincia, 10 son los gobernadores provinciales designados por el presidente, 16 escaños están ocupados por los jefes tradicionales elegidos por el Consejo de Jefes, 2 asientos están ocupados por el presidente y vicepresidente del Consejo de Jefes, y 5 miembros son nombrados por el presidente para representar intereses especiales. Todos son elegidos cada 5 años.
En la Cámara de la Asamblea, 210 miembros son elegidos por votación popular cada 5 años.
Balance geopolítico
El año 2007 estuvo caracterizado por la reordenación de la escena política de cara a las elecciones presidenciales y parlamentarias de marzo de 2008, sobretodo en las filas de la ZANU-PF (Unión Nacional Africana de Zimbabue-Frente Patriótico), en el poder. La perspectiva de sucesión del presidente Robert Mugabe, en el cargo desde 1980, resquebrajó la unidad del partido. Así, pues, R. Mugabe tuvo que enfrentarse a diversas oposiciones, sobre todo a la de Simba Makoni, ex ministro de Economía y figura histórica del partido, que, excluido de la ZANU-PF y candidato a la elección presidencial, congregó en torno así a varios miembros del partido en febrero de 2008. Las tensiones políticas ya habían obligado al presidente a remodelar el gobierno en febrero y marzo de 2007. Para asegurar la perennidad de su poder y prevenir la oposición interna a su candidatura presidencial, R. Mugabe multiplicó las purgas en la administración y en el ejército.
Al mismo tiempo, el gobierno puso todo su empeño en contener a una oposición por otra parte muy disminuida por la violencia sistemática que el Estado había ejercido contra ella. El refuerzo de las limitaciones jurídicas, el control de los medios de comunicación y la fuerte represión judicial han dejado muy pocas oportunidades para que el principal partido de la oposición, el MDC (Movimiento en pro de la Democracia y el Cambio), pudiera expresarse.
En consecuencia, las elecciones de marzo de 2008 se celebraron en circunstancias difíciles. La ZANU-PF perdió la mayoría en el parlamento, pero R. Mugabe trató de conservar el poder en detrimento de M. Tsvangirai. Los resultados de la primera vuelta de la elección presidencial sólo fueron publicados después de que varios aplazamientos desembocaran en numerosos estallidos de violencia. M. Tsvangirai, el candidato más votado (47,9%), anunció el 22 de junio que se retiraba a causa de los actos violentos sufridos por militantes del MDC. R. Mugabe, único candidato que participó en la segunda ronda, fue reelegido el 27 de junio.
En materia económica, el país estaba en la ruina a causa de una hiperinflación sin precedentes, de más del 100.000%, la falta crónica de divisas y el hundimiento de la producción agrícola (-50%) e industrial (-75%). A partir de mayo de 2007, el país. incapaz de cubrir sus propias necesidades alimentarias, importó en varias ocasiones maíz de Zambia y de Malawi. En las ciudades importantes se suspendieron los servicios públicos por falta de dinero, mientras las infraestructuras se deterioraban cada vez más. El suministro de electricidad se redujo de manera drástica, a apenas unas horas al día, y la mayor parte de las grandes compañías del país trabajaron sólo al 30% de su capacidad. El crecimiento económico volvió a ser negativo en 2007 y la tasa de desempleo alcanzó más del 80%. Desde diciembre de 2006, Zimbabue no se benefició de ninguna ayuda multilateral. La renovación de las sanciones económicas y financieras, decidida en marzo de 2008, le obligó a dar prioridad a asociaciones económicas con sus vecinos más cercanos, sobre todo Sudáfrica y Angola. Por último, se reforzaron las relaciones con China en el sector minero y con Pakistán en materia militar. Mathieu Mérino. El Estado del Mundo 2009.
Sociedad
Zimbabue se encuentra dividido en 8 provincias y dos ciudades con rango provincial, Bulawayo y Harare.
ETNIAS: shona y ndebele.
RELIGIÓN: cristiana; islámica; hindú; animista.
La pena de muerte sigue vigente en Zimbabue.
No hay leyes que aborden el tráfico de personas, y el país es punto de origen y vía de tránsito para el tráfico.
La libertad de expresión es limitada, y los comentarios contra el Presidente están prohibidos. La radio es el medio de comunicación más importante en las zonas rurales.
En mayo de 2005 el gobierno de Zimbabue puso en marcha la 0peración “Sin vuelta atrás” y la Operación «Murambatsvina», “Restaurar el orden”, con el objetivo de limpiar las calles, pero muchos lo consideraron como un castigo para las zonas que habían votado a la oposición. La policía de Zimbabwe desalojó a los comerciantes informales y a los habitantes de viviendas de los suburbios de las ciudades, que fueron demolidas.
Según la ONU, en un informe publicado en julio, se calculaba que unas 700.000 personas habían perdido su hogar, su medio de vida o ambas cosas entre mayo y julio, y que al menos otros dos millones de personas se habían visto indirectamente afectadas por la operación. Según el informe, la operación «Restaurar el Orden» se había llevado a cabo «de forma indiscriminada e injustificada, sin consideración hacia el sufrimiento humano y, en repetidas ocasiones, haciendo caso omiso de diversas disposiciones jurídicas nacionales e internacionales».
La operación provocó enormes desplazamientos internos de población. La ONU describió el periodo posterior como una «crisis humanitaria de enormes proporciones». Aunque la enviada especial de la ONU recomendó que las víctimas de los desalojos forzosos y demoliciones de viviendas tuvieran acceso pleno y sin restricciones a la ayuda humanitaria, las autoridades de Zimbabue obstruyeron y obstaculizaron repetidamente las operaciones humanitarias de la ONU y de los grupos de la sociedad civil.
La discriminación social hacia las personas hacia las personas que tiene SIDA es una constante. Está en marcha una campaña de información que intenta educar y eliminar el estigma del VIH/SIDA.