Brote de violencia desplaza a miles de centroafricanos

Desde finales de febrero, varias regiones en el norte de República Centroafricana (RCA) han sido testigo de nuevos enfrentamientos entre un grupo rebelde y la el Ejército, y entre otros grupos armados con presencia en la zona. Organizaciones humanitarias como Médicos sin Fronteras (MSF) asisten a la población en el "triángulo de la violencia", en el norte, aunque las actividades han tenido que reducirse por la inseguridad.

Miles de personas han tenido que desplazarse temporalmente como resultado del estallido de violencia. Por el momento, 15 personas están heridas. Los equipos humanitarios han atendido a personas con heridas de bala en hospitales en Batangafo y Kabo. La mayoría de víctimas son civiles.

“Los enfrentamientos han ocurrido en varias localidades donde MSF trabaja, incluyendo Bongono, Batangafo, Bokayanga y Kabo”, cuenta Stéphane Hauser, el coordinador del proyecto de MSF en Batangafo.

“Han estallado confrontaciones entre los grupos armados en la región. Los civiles que han huido al bosque en busca de seguridad también han sido atacados. En un pueblo, se han quemado centenares de casas”.

MSF también apoya siete puestos de salud en la región, pero ha tenido que reducir su intervención por la violencia. “Nuestro equipo se ha visto obligado a suspender temporalmente casi todas sus visitas fuera de la ciudad, junto a actividades en puestos de salud en Bokayanga y Bongono, que normalmente atienden a unos 250 pacientes a la semana”, explica Stéphane.

“Hemos visto como las consultas han bajado significativamente ya que debido a la falta de seguridad parte de la población se ha ido al bosque.”

La violencia ha forzado a la población a buscar refugio en el bosque, fuera de alcance de los equipos médicos de MSF y sin acceso a la salud. En la región de Batangafo solo, MSF puede constatar una reducción del 50% en la media de pacientes vistos, pese a que las necesidades médicas han aumentado.

“Poco a poco hemos visto un creciente número de pacientes cuya salud ha empeorado por su huida al bosque. Nos referimos a niños con malaria, infecciones respiratorias, diarrea y conjuntivitis; y adultos que sufren varios tipos de dolor”, denuncia Stéphane.

"Somos uno de los pocos factores de estabilidad y normalidad para los habitantes de la región, que hoy en día viven con miedo a volver a un conflicto abierto".

Pese a la implementación de un proceso de paz diseñado para acabar con años de conflicto en la RCA, los grupos armados aún operan en el triangulo que forman los pueblos de Kabo en el norte, Batangafo en el oeste y Ouandago en el este. Incluyen las fuerzas armadas de RCA, grupos rebeldes, y bandidos armados. Otras confrontaciones entre grupos locales como pastores nómadas y granjeros siguen encendiendo las llamas de inseguridad en este “triángulo de violencia”.

“Herida por años de conflicto, la población civil ha sido tomada como rehén por la violencia cometida por estos actores armados”, afirma Gabriel Sánchez Ibarra, coordinador general de MSF en RCA.

“En términos médicos, las instalaciones que MSF gestiona y apoya son los únicos servicios de salud disponibles. Y a nivel humano, somos sin duda uno de los pocos factores de estabilidad y normalidad para los habitantes de la región, que hoy en día viven con miedo a volver a un conflicto abierto. Por ello es muy importante para MSF permanecer aquí y seguir trabajando con ellos”.

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