Argelia está al principio del camino democrático, según Buteflika

El presidente argelino, Abdelaziz Buteflika, afirmó hoy que la experiencia democrática de Argelia "está todavía al principio del camino", por lo que no se le puede hacer "ningún reproche".

 

"Somos aprendices en esta materia (democracia), por lo que no se nos puede hacer ningún reproche, ni tampoco a quienes nos critican tanto fuera como dentro" del país, dijo Buteflika, citado por la agencia oficial APS, durante un discurso ofrecido con motivo de la inauguración del año judicial.

 

En este sentido, el presidente argelino reconoció que todavía queda trabajo por hacer.

 

"Yo no digo que hayamos completado todas las etapas, pero no podemos comparar de ninguna manera lo que ocurre aquí con lo que ocurre en el Reino Unido o incluso en Francia", dijo el presidente argelino antes de subrayar que "esos dos países nos adelantan dos siglos en la experiencia democrática".

 

No obstante, el jefe del Estado argelino, que el pasado abril, coincidiendo con la rápida expansión de las revueltas árabes por el mundo árabe y el norte de África, prometió la introducción de reformas, justificó el estado de la situación.

 

"Es posible que haya carencias, lagunas o metas a las que aún no hemos llegado, pero llegarán mejor y de manera gradual. Llegarán prescritas por nuestro pueblo, que sólo cree en sus propias producciones", agregó Buteflika alejando los fantasmas de las revueltas populares que derrocaron a los presidentes de sus vecinos Túnez y Libia.

 

Así, sobre las reformas encargadas por él y que el Parlamento está próximo a aprobar, el presidente subrayó que las nuevas leyes han sido preparadas tras consultas con los partidos políticos, personalidades y representantes de la sociedad civil, para reforzar la democracia y ampliar la participación civil en la vida política.

 

Estas leyes, entre las que destacan la de formación de partidos políticos, la de información, la electoral y la de asociaciones civiles, han contado no sólo con la oposición de los principales partidos opositores, sino también con la del partido islamista Movimiento por la Paz Social, uno de los tres socios del Gobierno.

 

En su discurso, Buteflika también quiso hacer referencia a la situación del país en el contexto regional de las revueltas, para insistir en que a pesar de las posibles influencias externas, Argelia tiene su propia idiosincrasia, por encima de contextos regionales.

 

Argelia "influye y es influida", dijo Buteflika antes de puntualizar que, a pesar de esto, no tiene por qué "volver a experiencias por las que pasó hace décadas".

 

Con esa frase, Buteflika tal vez hizo una posible referencia a las protestas populares de 1988, que obligaron al régimen a una apertura política que desembocó en una victoria electoral de los islamistas, en 1991, y en el posterior golpe de Estado para evitar su llegada al poder.

 

"El pueblo argelino está comprometido con su independencia y su soberanía y rechaza las cosas que le son dictadas", agregó el Buteflika.

 

De este modo, el presidente argelino volvía a la idea de la "excepcionalidad" del pueblo argelino, que ya mantuvieron en su día los gobernantes de Egipto, Libia, Yemen o Siria, cuyo presidente, Bachar Al Asad, también sostiene la teoría de que las revueltas contra su régimen están incitadas desde fuera.

 

Vía | EFE

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